Los comités de empresa de Renfe y del gestor ferroviario Adif han mostrado su "hartazgo con la política de inversiones y mantenimiento" que los responsables de ambas empresas públicas tienen con la línea de cercanías que recorre la comarca de Enkarterri entre Bilbao y Balmaseda

El trazado ferroviario anteriormente gestionado por Feve y absorbido por Renfe está sufriendo un deterioro continuo desde hace años que ha llevado a los usuarios a constituirse en una plataforma para reivindicar la modernización del recorrido así como de sus infraestructuras, servicios y horarios.

La representación de las plantillas de ambas empresas públicas han criticado esta tarde de jueves "las decisiones que en materia de normativa y seguridad se están tomando por parte de los máximos responsables que intervienen en la línea".

En un comunicado indican que "los retrasos, supresiones, transbordos, retrocesos y socorros en el servicio diario de trenes" en esta línea tienen varias razones de peso. Desvelan entre otras "el material escaso para las necesidades de producción" que además es antiguo "y de poca fiabilidad".

Falta de personal

La parte social cree que falta personal en todas las áreas, desde circulación e infraestructura hasta conducción y talleres, igual que inversiones que suponen "excesivas limitaciones de velocidad en todo el tramo por la falta de presupuesto para obras y mantenimiento".

Detallan también como la ultima redacción de procedimientos respecto a los pasos a nivel sin barreras esta generando que los trenes "ante un paso a nivel averiado, no puedan franquearlo y tengan que retroceder a una estación anterior". Ello supone que "se corte la circulación de trenes en dicho punto y teniendo que recurrir a transbordos en autobús", desvelan los comités.

Una lista de elementos negativos que suponen constantes protestas por parte de los usuarios, un "enfado y un hastío" con los cuales "nos solidarizamos" han indicado los representantes de los trabajadores.

La nota también indica que no quieren problemas con los usuarios y que los mismos "no arremetan su ira contra las personas que trabajamos en la línea". Consideran que "damos la cara ante la inacción y la pasividad de los responsables de los organismos y empresas implicadas en esta inaceptable situación".