Desde los tiempos en los que la organización administrativa del Valle de Somorrostro se dividía en concejos, los poderes públicos de San Julián de Musques, San Román de Zierbena y San Pedro de Abanto siempre han mantenido la tradición de subvencionar la adquisición de árboles frutales por parte de los vecinos de estos enclaves. El objetivo, favorecer una mejor alimentación de los residentes y evitar los robos en las heredades de la comarca. Hoy día no es el latrocinio la preocupación principal de las autoridades municipales de la comarca para mantener esta medida de apoyo a la plantación de árboles de aprovechamiento, en contraposición a los árboles de las orillas de los caminos públicos que solo podían dar sombra a los vecinos.Esta campaña llevada a cabo por el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Muskiz ha supuesto una inversión de unos 14.000 euros, IVA incluido, con los que se ha subvencionado una media del 40% del precio de venta de los plantones que han podido ser adquiridos exclusivamente por los vecinos empadronados en la localidad.

“Esta práctica tiene hoy día mucho más que ver con una política de fomento de una silvicultura que contrarreste el monocultivo de las plantaciones intensivas de árboles de corto aprovechamiento maderero, como los pinos y los eucaliptos, a las que se ha sometido a la comarca recuperando de esta manera la diversidad y la riqueza de la flora arbórea”, señalan desde el Taller Gallarreta, encargado desde hace más de diez años de la preparación de esta jornada de fruticultura en la que cabe reseñar dos aspectos.

Por un lado, la incorporación en la oferta de plantones de nuevos tipos de frutales, como los arándanos, o la variedad de cereza picota de manzano Reina Reineta o Pera conferencia. Por otro, la incorporación de generaciones más jóvenes de silvicultores -muchos treintañeros y cuarentones ayer en el frontón Donibane Berria-, que se suman a este proyecto de diversificación de las variedades frutales. Una apuesta notable que no hace sino enriquecer el medio ambiente del territorio.

No en vano, la práctica totalidad de los barrios de Muskiz, desde la Casería a Memerea, pasando por Nesilla, San Julián, Villanueva, Kobarón o Pobeña serán objetivo de esta plantación de árboles frutales que será inminente en el caso de los plantones de raíz desnuda que fueron preparados con meticulosidad por cinco operarios del Taller Gallarreta. “La tarea parece fácil, pero la combinatoria de los pedidos registrados hace que haya que estar muy pendiente de su elaboración, ya que estamos hablando de un total de 45 variedades de plantas, arbustos y árboles frutales diferentes.

En esta edición se han distribuido ocho variedades de manzanos: seis de perales, cuatro de cítricos, tres melocotoneros , dos de nogales, nectarinas, cerezos, ciruelos e higueras, aguacateros, Además la oferta incluía kiwis -macho y hembra-, nísperos, txakolí, moscatel, kaki, granado, fresa albión, grosella, frambuesa y arándanos. “Esta ha sido una de las novedades de esta edición y la verdad es que nos ha sorprendido porque ha sido la petición más destacada ya que se han solicitado 106 ejemplares, frente a los 147 manzanos -de ellos 46 reinetas- o los noventa plantones de peral y los 78 cerezos”. apuntan. Los precios de los ejemplares facilitados por el Ayuntamiento, incluida la subvención, oscilaron entre los tres euros de los perales, manzanos... hasta los quince de los cítricos o aguacateros.

La tradición continúa en Meatzaldea y mañana se abre el plazo de inscripción presencial para la campaña en Zierbena. El pago se hará, con el importe exacto, en el momento de encargar los árboles y el reparto se prevé realizar el sábado 19 de febrero en la Kultur Etxea.