La sociedad para el estudio y la conservación de la fauna marina, Ambar, ha alertado que arranca la temporada de arribada de las crías de foca a las costas de Busturialdea y Urdaibai. Empujadas por los fuertes oleajes invernales, y conformada una red de varamientos a nivel de Euskadi que suele atender estas circunstancias, ambas entidades han ofrecido ciertas pautas a la hora de toparse con estos mamíferos. Especialmente importante es dar a aviso a las autoridades y mantener un espacio prudencial con respecto a los animales, que suelen echar mano de puertos, playas, acantilados y todo tipo de espacios costeros para descansar.

Hasta cuarenta ejemplares de mamíferos marinos -ballenas, delfines, focas, etc...- pueden llegar a la costa vasca cada año. Provenientes de la Bretaña francesa, las focas pueden entrañar un mayor peligro. Siendo natural que salgan a descansar a la costa, la red de varamientos de Euskadi pide actuar con tranquilidad frente a su aparición. Y, sobre todo, insisten en no interactuar con estas animales, ya que tienen una potente mordedura "que incluso a veces puede transmitir enfermedades". Otra pauta de actuación consistiría en mantener el silencio a su alrededor y, en caso de estar acompañado por un perro, "mantener en todo momento a la mascota alejada del ejemplar de foca". "Son animales salvajes que se han perdido" y arriban a la costa, en ocasiones, con algún tipo de enfermedad.

De la misma forma, Ambar sugiere llamar cuanto antes al 112, al teléfono de emergencias, y dar parte a las autoridades "en caso de que los ejemplares ocasionen inconvenientes o supongan algún peligro". La mejor de las respuestas es "actuar con responsabilidad y dar aviso", aseguran. Y es que cuanto antes se active el protocolo, antes se podrá solventar la incidencia. "Estos animales suelen salir a descansar a la costa durante 48 ó 72 horas", tal y como enfatizan. Es mejor, según aluden, "no molestarles y dejar que sigan su camino". Han sido diversas las ocasiones en las que los mares invernales han empujado a las focas a distintos de geografía costera de Busturialdea, incluso entrando en la ría de Urdaibai o posándose en la playa de Laga, en Ibarrangelu, o apareciendo en la playa de Isuntza, en Lekeitio. El pasado año, la Diputación Foral de Bizkaia liberó a una foca gris juvenil frente a las costas de Bermeo, que "presentaba una herida leve en la cara y se encontraba debilitada, probablemente después de haber sido arrastrada por las corrientes de los temporales marinos registrados antes de su hallazgo en la costa bermeana". Se le prestó asistencia en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Bizkaia, "donde se le curó la herida y recibió alimento para su recuperación y para afrontar el período posterior a su vuelta a la naturaleza".

Red voluntaria

La red de varamientos de Euskadi está formada por voluntariado científico y se encarga de dar asistencia a cetáceos, pinnípedos, tiburones y tortugas marinas varados en la costa de Bizkaia y Gipuzkoa. Además, "recoge información de las especies presentes en aguas costeras y en el litoral", según señala el Gobierno vasco. Por su parte, Ambar lleva veinte años manteniendo la red de varamientos de la costa vasca, "con varios objetivos que incluyen el conocimiento a largo plazo de la fauna marina, sobre todo los mamíferos, pero también la formación de voluntarios e interesados, sensibilización y educación ambiental, gestión y asesoramiento en los varamientos, etcétera". La colaboración a dos bandas empezó en 2017.

Varamientod al año

Entre 30 y 40

cada temporada. Cada año ocurren "entre treinta y cuarenta varamientos" en la costa vasca, concentrados entre diciembre y abril. "El viento y los temporales influyen en la llegada de animales a la costa", agregan desde la red de varamientos de Euskadi. Los grupos más importantes son los cetáceos y los pinnípedos.