El proyecto Túnel 4.0 consiste en utilizar técnicas inmersivas, como las que se disfrutan en los videojuegos con gafas de realidad virtual (RV), pero en temas tan serios como controlar las estructuras y evolución de un túnel por el que circulan miles de vehículos cada día. La iniciativa de la ingeniería Fulcrum supone un salto cualitativo en cuanto a la digitalización integral del proceso de inspección de forma que se pueda hacer desde la oficina o incluso en el teléfono móvil. “Hemos creado un gemelo digital de un túnel pero en vez de en dos dimensiones es en 3D, un modelo ubicado en el espacio y con una precisión milimétrica”, describe José Pablo Ormaechea, director de Túnel 4.0.
Para poder contar con toda esta información previamente se tiene que escanear con un láser de última generación la galería y Fulcrum ha mapeado digitalmente los dos túneles de Urdinbide, bajo el alto de Autzagane. Así, si antes los técnicos iba al túnel con sus planos, cámara de fotos digital y todavía con la tiza para marcar defectos, ahora todo eso queda para la historia. “Esa inspección se puede hacer desde un ordenador, desde la oficina y se está cambiando hasta la forma de hacer referencia a la infraestructura, de comunicarse, es un nuevo paradigma”, atestigua.
Ormaechea asegura que “las primeras pruebas han sido espectaculares, la sensación de que estás dentro del túnel es bestial, lo que supone dar al inspector otra herramienta mucho más realista”. Otro elemento novedoso es que el modelo virtual está conectado con el ordenador, lo cual aporta la ventaja de que lo que el técnico observa en 3D aparece en la pantalla del PC y lo que toca a través de las gafas RV, aparece en el ordenador.
“Hasta donde sabemos esto es superpuntero en Europa, poder tener los túneles virtualizados y que, poniéndote las gafas RV con los mandos estar conectado al ordenador, es la bomba”, concreta indicando que “ahora cuando hay que ir al túnel por algo concreto ya no hay que llevar la tiza, el modelo 3D se lleva en un ordenador portátil”. Otro dato interesante de esta innovación es que va evolucionar con el tiempo. Primero porque la vigilancia e inspección de túneles es una labor que se efectúan habitualmente cada cuatro años. “En ese plazo volveremos a escanear las galerías y se podrá comparar los modelos, y detectar si algo se está moviendo o se ha generado una grieta”, detalla.
Otro elemento de vida a largo plazo es que la herramienta puede incluir más tecnologías. El responsable desvela que “estamos trabajando a nivel de prueba aún la inclusión de imágenes termográficas que aporten información muy importante en un túnel como la humedad que puede generar una temperatura diferente”. Pero Ormaechea y su empresa también tienen los pies en el suelo. “Detrás de la espectacularidad de la realidad virtual nuestra intención es que la herramienta sea práctica”, asegura. “Detrás de la espectacularidad de las gafas de realidad virtual nuestra intención es que esta herramienta sea práctica”
Porque la idea con la que trabajan es de venderla a otras instituciones y gestores de infraestructuras una vez haya finalizado el proyecto en junio de la que primera beneficiada, evidentemente, es la Diputación Foral, entidad que ha subvencionado el proyecto con 30.646 euros. “El piloto lo vamos a instalar en los túneles de Urdinbide, con idea de que sea un caso de éxito para poder presentarlo a otras entidades”, refiere el responsable. Además, la herramienta tiene posibilidades de desarrollarse no solo en la red viaria. Fulcrum también está pensando en otros escenarios como presas o instalaciones industriales.
TRES INNOVACIONES EN LA RED VIARIA DE BIZKAIA
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