Los transportes públicos por carretera y ferrocarril siguen con las mismas restricciones que existían antes de finalizar el estado de alarma decidido por el Gobierno central el pasado domingo.

De esta forma, tanto el servicio de Bizkaibus en todo el territorio como el de Bilbobus en la capital vizcaina, así cómo todos los servicios ferroviarios, Metro, Euskotren, Renfe, Feve y tranvía, no podrán circular más allá de las 23.00 horas, tal y como venía ocurriendo durante el estado de alarma. Solo hay un excepción, los taxis. Este transporte al no ser colectivo se permite su servicio más allá de las once de la noche.

El decreto firmado por el lehendakari y publicado en el Boletín Oficial del País Vasco el pasado sábado, especifica que "el transporte público de cualquier índole y de ámbito inferior a cada uno de los tres Territorios Históricos deberá tener como horario máximo de salida las 23.00 horas".

Esto supone que los servicios nocturnos que prestaban antes de la pandemia casi todos los transportes públicos, como el Gautxori de Bilbobus o los servicios especiales del metro durante los fines de semana, siguen prohibidos. Un elemento clave ya que así, a pesar de que ya no se puede imponer un toque de queda nocturno como hasta el día 9 pasado, por lo menos se desincentiva la movilidad de madrugada especialmente utilizada por los jóvenes.

En cuanto al resto de condiciones del viaje tampoco varían con respecto a semanas previas. Los vehículos podrán ocuparse hasta completar el aforo de personas permitido tanto en plazas de pie como sentado. De igual manera se mantiene la posibilidad de acceder a los autobuses públicos por la puerta delantera y bajarse por la trasera y se prohibe consumir cualquier tipo de comida en viajes inferiores a dos horas.