Bizkaia ha aprobado el nuevo paquete de medidas fiscales para ayudar a los sectores que más se están viendo afectados por la crisis derivada de la pandemia. En concreto, el pleno de las Juntas Generales ha dado luz verde a los incentivos para que los propietarios de lonjas reduzcan el precio del alquiler y a las deducciones en los gastos que tienen que afrontar hosteleros o empresarios culturales para adecuar sus locales a las restricciones motivadas por el covid-19.

El diputado de Hacienda y Finanzas, José María Iruarrizaga, ha subrayado que "es prioritario seguir protegiendo a los contribuyentes más castigados, impulsando la actividad económica y reactivando los sectores más afectados por las medidas restrictivas derivadas del covid-19”. El decreto aprobado hoy incluye dos medidas excepcionales y coyunturales, que se suman a las ya puestas en marcha en enero de 2021, cuyo objetivo es, precisamente, “apoyar a los sectores más perjudicados por la pandemia”.

Por una parte, los autónomos podrán deducirse el 15% de los gastos que han tenido que afrontar para adaptarse a las nuevas medidas sanitarias este año, como la adecuación de las instalaciones para el control de aforos, o la puesta en marcha de canales alternativos de comercialización. Se podrán beneficiar de estas deducciones los contribuyentes que hayan visto suspendida su actividad por la pandemia o cuando esta se haya visto reducida.

Además, se permitirá que los propietarios de lonjas en las que se desarrollan actividades económicas puedan deducirse una rebaja en el precio del alquiler, siempre que esta se mantenga al menos tres meses durante este año. “La medida no delimita el ámbito de las actividades que se realizan en los inmuebles, siendo por lo tanto de aplicación general, la misma pretende paliar en la medida de lo posible los efectos adversos que ha generado la pandemia en determinados sectores como la hostelería y restauración, comercio minorista, turismo y eventos, actividades culturales y artísticas...”, ha detallado Iruarrizaga.

A ellas se suma la exoneración para los autónomos de autoliquidar el pago fraccionado del IRPF en los dos primeros trimestres de este año, como ya se hizo en 2020.