Todavía es pronto para hablar de cuarta ola, aunque las señales y rastros que la pandemia va dejando a su paso anticipan ya unas semanas duras. Y no solo en materia asistencial. Además del sanitario, otros sectores como la hostelería, el comercio o los transportes se verán afectados por el cierre perimetral que sigue al incuestionable ascenso del número de contagios experimentado a lo largo del último mes.

Al menos, en aquellas localidades donde la incidencia del virus sea algo más que una advertencia. Es el caso, entre otras, de Bilbao donde la tasa acumulada era de 379 en el boletín publicado el día 2. Este martes se conocerán los datos actualizados de la capital vizcaina (y del conjunto de la CAV), después de una Semana Santa cargada de buen tiempo y, sobre todo, de visitantes de toda la geografía vasca.

En Bizkaia preocupa lógicamente el posicionamiento de Bilbao. Más aún después de que cerrara marzo por encima del centenar de contagios diarios (108 el día 30 y 113 el 31) y abriera este mes en cifras más alarmantes: 144 fueron detectados el Jueves Santo, día 1 de abril. Las personas que en este tiempo hayan tenido una prueba diagnóstica positiva engordarán esa estadística y la barrera de los 400 que marca el cierre perimetral o no de una localidad, además de las consabidas restricciones para la hostelería en cuanto a horarios de atención y aforos.

Tal y como se definió en el marco del Consejo Técnico del LABI, bares y restaurantes deberán reducir su atención al público en el interior del establecimiento y limitarse a dos franjas horarias: de 6.30 a 9.30 de la mañana y de 13.00 a 16.30 horas por las tardes. Y los locales de juego y salas de apuesta no podrán dar servicios de hostelería ni restauración dentro. Este cerrojazo y control entraría en vigor mañana miércoles, después de la publicación en el Boletín Oficial del País Vasco.

En principio, su duración sería de una semana si bien la revisión de este y otros veredictos está siempre sujeto a la evolución de la curva de contagios. Junto a la capital vizcaina, los municipios que más papeletas tienen para el cerrojazo son Markina (que tenía una tasa de 398) y Abadiño (322). El último decreto del LABI empujó el día 29 a las localidades de Ermua, Ondarroa, Elorrio, Muskiz y Berriz a ese escenario; además de cinco alavesas y nueve guipuzcoanas.