Sonaba Shallow, cuyos acordes casan con el estilo country de los modelos. La canción perteneciente a la banda sonora de la película Ha nacido una estrella ambientó la presentación del nuevo proyecto de la diseñadora zallarra Oihana Barrasa como una declaración de intenciones. El confinamiento frustró la presentación de su nueva colección nupcial programada para el 27 de marzo y el sueño de las novias que no pudieron contraer matrimonio por la pandemia, pero no ha detenido su creatividad: fruto de su trabajo en el encierro llegan "26 prendas" de aires más urbanos a las que se irán sumando "dos al mes con las redes sociales" como principal escaparate. Es el último proyecto de la creadora que recaló en la moda casi por casualidad y va escalando en el universo influencer y mediático con su tierra como bandera: los paisajes encartados enmarcan gran parte de las sesiones fotográficas de su firma.
Natural de Gipuzkoa, pasó su infancia entrando y saliendo de la tienda de telas de su abuela, aunque aparcó su habilidad innata para la costura para centrarse en el deporte. "Me lesioné cuando daba clases de aerobic" y entonces sí, acudió al encuentro de lo que parecía su destino. Comenzó a trabajar como asesora de imagen en una tienda y perfeccionó sus nociones de corte, confección y patronaje antes de ser fichada por un diseñador de alta costura para cazar tendencias.
Hace dos años puso en marcha su marca, nacida del deseo de "sacar la mejor versión de las novias en momentos " frágiles y vulnerables" que aspiran a resplandecer con un brillo "único" y un aire fresco y desenfadado, sin ningún tipo de corsé. Bautizó el proyecto con el nombre de Madelaine, en homenaje a la ciudad de París, "a la que tanto he viajado por motivos profesionales y, sobre todo a la moda francesa que le encantaba a mi madre". También se llama Magdalena un vestido muy especial, en homenaje a una niña del mismo nombre fallecida por el cáncer. Un vestido rosa benéfico, ya que lo obtenido por su venta va a la asociación Aspanovas.
Desde que abrió su atelier en el barrio Artebizkarra de Zalla "ha sido un no parar" de clientas que se han desplazado desde "París, Tenerife o Cádiz" . Con las protagonistas de los enlaces concierta una primera entrevista que le sirve para construir la personalidad de las futuras esposas. "Es muy divertido comparar la idea que traen y lo que terminan llevando" asesoradas por Oihana, que comienza por probarles "dos patrones: primero lo que tenían en la cabeza y, en segundo lugar, lo que yo veo que les puede sentar bien". La implicación es una de las fortalezas de Madelaine wedding: "Mejor apoyar a pocas novias bien en todo el proceso" defiende.
Cuando ya estaba inmersa en la preparación de la temporada alta de ceremonias de 2020, el coronavirus hizo trizas sus planes... Desde casa "pensé: ¿qué tengo que hacer?" E inmediatamente se enfrascó en una colección para vestir en la calle cuyos modelos ya han lucido "cuatro actrices en la entrega de los premios Besarkada". Ha concebido una veintena de piezas "con un hilo conductor hacia el rock y el western" con optimismo con respecto a su acogida. Y es que no piensa que el coronavirus haya derivado en un menor cuidado del aspecto físico, sino que "se buscan prendas más especiales".
Vestido televisivo
A menudo se enamoran de los diseños con los que ella misma posa en sus publicaciones en redes sociales. Fue por esta vía como el estilista de Adara Molinero, última ganadora de Gran Hermano VIP, conoció su marca. A raíz de que llevara el modelo llamado Minahi en la televisión con el que "parecía un hada" envuelta en tul y sugerentes transparencias se sucedieron las llamadas para pedir cita "cerca de setenta, que no pudieron llevarse a cabo por el confinamiento". Al menos, la repercursión mediática unida a su trabajo hacen presagiar que por la alfombra roja de los Goya desfilarán conjuntos made in Oihana Barrasa.