Gordexola - Nunca se había atrevido con este deporte y resultó una experiencia inolvidable para él. “Me lo he pasado genial. Ahora, a cocinar”, decía Andoni Iturbe. Usuario de las instalaciones zallarras de Lusa, fue una de las más de 200 personas de trece centros asistenciales de Bizkaia que ayer reivindicaron la diversidad real y “normalizada”, según destacaron desde la Diputación, en el décimo concurso de paellas que acogió Gordexola, auspiciado por la institución foral en colaboración con el Ayuntamiento. Y es que una velada de boxeo con ring incluido en el frontón municipal se convirtió en el plato fuerte de la jornada.

Mampogym Zorrotzaurre Boxing Club de Bilbao y MT Boxing Club de Sestao impartieron una lección magistral seguida con entusiasmo por los asistentes. “Hemos empezado por un calentamiento saltando a la comba para pasar después a una exhibición con las manoplas”, describió el responsable de esta última agrupación, Txerra Dehesa. Nada impidió que quien quisiera pudiera tomar parte, “hasta hemos subido arriba una silla de ruedas”. Dehesa se declaró firme defensor de la actividad física como un vehículo que favorece la “interacción social”. Así lo observan en las clases que imparten a personas con discapacidad. Además, promueve valores como “disciplina, sacrificio o compañerismo”. En el ámbito puramente físico, “mejora psicomotricidad, equilibrio, velocidad y movimiento”.

Los propios deportistas de diferentes edades que acudieron ayer a Gordexola ejercieron de jurado, probando y puntuando las paellas de los centros inscritos en el certamen. “¡Lo vamos a tener muy difícil!, exclamaron entre la expectación de los participantes. Para eliminar cualquier tipo de suspicacia se depositaron en la mesa identificadas solo con números. Así concluía el proceso de preparación que los diferentes grupos supervisaron con mimo distribuidos por las zonas aledañas al frontón desde las 10.00 horas. “Ya habíamos venido otros años, para nosotros es un día de fiesta en el que nos encontramos muy a gusto”, señaló Aitor Garay, uno de los supervisores del centro Birjinetxe, del barrio bilbaino de Txurdinaga. También mostraron sus dotes culinarias los de Zubiete, anfitriones del concurso en Gordexola, Errekalde, Zumelegi, Lusa, Loiu-Udaloste, Orduña, Bekoetxe y Lurgorri, así como otras entidades con las que existe una relación: Apnabi, Gorabide y Lantegi Batuak y el centro de Menagarai.

Proyecto de vida Aunque por encima de la puntuación final prevalecía la convicción de que “las personas con capacidades diversas tienen derecho a reivindicar su propio proyecto de vida independiente y a disfrutarlo con plenitud, compromiso, dedicación, implicación y superación personal compartidos con la práctica de cualquier disciplina deportiva”, incidieron desde la Diputación.

El Instituto Foral de Asistencia Social gestiona nueve centros asistenciales públicos. Siete de ellos son residenciales y suman 223 plazas. Las estancias en los otros dos no abarcan las pernoctaciones, con un total de 69 plazas. Asimismo, el departamento de Acción Social tiene suscritos más de un centenar de convenios con entidades del tercer sector, que dan cobertura a “una red pionera de servicios para las personas con discapacidad”.

En concreto, “1.269 plazas en centros residenciales y viviendas y 1.355 en centros de atención diurna”. Otras 1.416 plazas completan la red de centros ocupacionales dependientes de la Diputación, según precisaron ayer en el encuentro que desde hace una década simboliza el fin de curso.