Bilbao - Lleva más de veinte años peregrinando. Descubriendo, contemplando y curioseando el planeta, sus distintas culturas y sus variopintos modos de vida. “Me propuse hace mucho tiempo que intentaría entender el mundo viéndolo con mis propios ojos, no dejando que me intoxique lo que me cuentan en los telediarios. Creo que esa es una de las razones por las que nunca he contado cuántos países he visitado. Entraría en pánico al saber que no me queda nada más por ver”, expresa Paco Nadal (Murcia, 1960), periodista errante y nómada por naturaleza, que acaba de publicar El viaje perfecto para ti y tus circunstancias un vademécum en el que repasa hasta 300 destinos para afrontar la crisis de los 40, un desengaño amoroso, la jubilación o para ligar, para viajar con niños o con los amigos, con una mochila, en tren,....

Me ha tocado la lotería y quiero viajar. ¿Qué no me puedo perder?

-Esa es una pregunta difícil, no a todos nos gusta viajar igual. Depende de si eres de sol y playa o de naturaleza, o de cinco estrellas o de tres? Pero aún así me atrevería a recomendar Japón. Es un país que me sorprende cada vez que vuelvo. Es de otro planeta y creo que dejaría alucinado a cualquiera que lo visite. Además del circuito clásico Tokio-Kioto-Nara existe un Japón más desconocido.

Hace poco leí que el 57% de las personas viajaban para mejorar su bienestar interior? ¿Por qué no lo recetan los médicos?

-Eso me pregunto yo, además sería más barato. Acabo de publicar un libro con 330 recetas de una medicina que siempre provoca felicidad: viajar. La idea nace del consultorio viajero que hago en la radio. A veces un buen viaje, un cambio de dinámica o simplemente ver otro mundo te hace cambiar la perspectiva de las cosas y eso siempre es bueno.

En aquella etapa de la vida humana previa al todopoderoso y omnipotente Internet, ¿cómo se organizaban los viajes?

-Era divertido. Con guías de viaje en papel, agencia de viajes personal, leyendo artículos y libros. Desde luego no había la saturación de información que tenemos ahora. Aunque echo de menos los billetes de avión tipo voucher con mil hojas que te iban arrancando? No me dirás que comprar un billete de avión con un solo clic, ¿no es maravilloso? Cualquier tiempo pasado fue? peor. Me encantan las nuevas tecnologías y procuro integrarme en los nuevos tiempos.

¿No será usted una de esas personas que tiene billete para viajar al espacio??

-¡No! Ya quisiera tener tanto dinero para eso, ja, ja, ja. No dudo que en algún momento del futuro eso será un destino turístico.

¿Leía a Tintín de pequeño?

-Sí, claro. Pero no era mi debilidad. Siempre fui más del Capitán Tan.

Si fuera posible viajar en el tiempo, ¿a qué lugar y época iría?

-A la era de los descubrimientos. Me encantaría meterme en esa máquina y salir en una de las carabelas de Colón. O en el siglo XIX para acompañar a David Livingstone mientras exploraba sin GPS ni teléfono móvil el interior del continente africano. Es que África es mi continente preferido.

Islas y playas paradisíacas, desiertos y selvas, lagos, rascacielos? ¿Lo queremos ver todo?

-Yo sí, el resto del mundo no lo sé. Me propuse hace mucho tiempo que intentaría entender el mundo viéndolo con mis propios ojos, no dejando que me intoxique lo que me cuentan en los telediarios. Creo que esa es una de las razones por las que nunca he contado cuántos países he visitado. Entraría en pánico al saber que no me queda nada más por ver.

¿Y qué pasa cuando una persona se va de vacaciones todos los años al mismo lugar? ¿Cómo lo calificaría?

-Como maravilloso. No es más viajero, o más turista o mejor persona el que acumula más sellos en su pasaporte. Si lo disfruta, si le aporta algo, es totalmente válido. No todos tenemos las mismas ganas de conocer, de mezclarse, de aprender y de analizar el por qué de las cosas, con ansia de descubrir y valorar. Para mí todos son dignos de admiración.

¿Algún destino que desaconsejaría?

-Ahora mismo Venezuela, no hacen falta explicaciones.

Ser mujer y querer viajar en solitario, ¿es un problema en muchos lugares del planeta?

-No sabría si decir muchos, pero los hay obviamente. Y hay que ser precavidos, como en todo. Si algo he podido comprobar con tantos viajes a cuestas es que hay gente muy buena en el mundo y hay países por donde las mujeres, aunque no lo creas, pueden viajar y disfrutar solas. Por ejemplo Irán, un país muy distinto al que todos imaginamos y al que nos cuentan en los telediarios. Ahora mismo hay cientos de mujeres viajando solas, protagonizando grandes aventuras y escribiendo grandes relatos. Y no son en absoluto anónimas.

¿Existen lugares fuera de sitio, que usted se llevaría a otro país o a otro sitio?

-Más que lugares fuera de sitio diría que hay lugares que han crecido desmesuradamente como destino turístico. Pero yo no movería nada, más bien de cada sitio me llevo algo internamente.

Supongo que habrá visitado Euskadi. ¿Qué se ha llevado internamente?

-He estado muchas veces. Lo he recorrido bastante. Y es una tierra donde siempre me he sentido bien acogido. Muy variada a pesar de ser pequeñita. Y aunque suene a topicazo, se come muy bien. Algo a destacar siempre.

¿Qué lugar recomendaría?

-A quien le guste caminar, que haga la senda desde el santuario de Guadalupe, en Hondarribia, hasta Donosti, por todo el monte Jaizkibel. Una preciosidad de caminata mirando al Cantábrico. Y la ermita de La Antigua, en Zumarraga, una maravilla de madera. Y pasear por el puente Palacio -otro nombre del Puente Colgante, en reconocimiento a su arquitecto, Alberto de Palacio y Elissague- en la ría de Bilbao, entre Getxo y Portugalete. Una maravilla de la ingeniería y una singularidad para cualquier viajero. Siempre da gusto llegar allí.

Después de viajar a tantos países y de conocer tantas culturas ¿cuál es el secreto de la vida?

-Si lo supiera, lo envasaría, lo vendería y me haría rico. El secreto de la vida no lo sé? yo lo que sé es que he conseguido vivir mi vida como he querido. Y que buena parte de ese secreto radica en ser consecuente contigo mismo y dedicar tu vida a hacer lo que de veras te llena, lo que te hace feliz, y no lo que la vida programó para ti.

La aventura está reñida con?

-Con las propias ganas de aventura que uno tenga, no hay más límites que los que uno mismo se marca.

¿Se atrevería a ir a la isla Sentinel?

-No, no estoy tan loco.