Bilbao. Es como cuando en el oeste los más osados, los emprendedores, descubrían nuevos horizontes y se convertían en pioneros para abrir paso a los que vienen detrás. Ayer, el IMQ ejerció ese papel en Zorrotzaurre, la zona llamada a ser el futuro desarrollo urbanístico de Bilbao, tras la inauguración de su clínica. El próximo lunes 14 de mayo, cuando los primeros pacientes accedan a sus dependencias, estrenarán el centro médico más moderno construido hasta ahora en todo el Estado y parte de Europa. "Contamos con la tecnología de mayor vanguardia", asegura Jon Darpón, director gerente de las clínicas del Grupo IMQ, mientras servía de cicerone de las nuevas instalaciones presentadas ayer.

La puesta de largo fue por todo lo alto, con una visita al centro para las autoridades y con la intervención, durante la ceremonia, de los representantes del IMQ y de las instituciones; una gran fiesta a la que asistieron más de cuatrocientos invitados.

La verdad es que el centro médico luce bonito, pero sobre todo práctico. Todos los invitados que tuvieron la ocasión de recorrer parte de sus 40.000 metros cuadrados de habitaciones, quirófanos, consultas, boxes y salas de espera lo confirmaron.

A la hora de loar el proyecto y el servicio médico que prestará la clínica tomaron la palabra hasta nueve intervinientes. José Andrés Gorricho, consejero delegado del grupo IMQ, recordó que "hace nueve años visualizamos una clínica que ahora es toda una realidad". Aseguró que "tenemos fe en el futuro y en este país", para concluir diciendo que "disfrutemos de esta inauguración que mañana celebraremos trabajando".

350 trabajadores en la clínica No será en el nuevo edificio. Los 350 facultativos, enfermeras y administrativos que ocuparán el hospital irán llegando poco a poco desde las clínicas Virgen Blanca y Doctor San Sebastián a mediados de mayo para estar todos ya en sus puestos en junio. Será cuando la actividad tome el edificio diseñado por los arquitectos Carlos Ferrater y Alfonso Casares. Invitados al acto, el primero indicó que "ha sido un edificio complejo porque se ha buscado ser eficiente tanto desde un punto de vista funcional como energético". Como firma de prestigio que huye de lo que definió como "arquitectura de franquicia", Ferrater especificó que el bloque quebrado "tiene el aire y la luz de la ría que cuando se acerque dará una belleza especial al edificio", en referencia a la próxima apertura del canal de Deusto.

Su colega, Alfonso Casares, especialista en edificios médicos, destacó lo bien que se ha trabajado con los promotores y "cómo se ha ido deslizando la ilusión de las personas por este edificio entre planos y proyectos".

La luz que recibe el inmueble es el elemento que más destaca en su visita. Pocos centros hospitalarios cuentan con una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con vistas y luz natural que harán más agradable la estancia a los que ocupen los 14 boxes habilitados. Su unidad neonatal, la primera con que cuenta el IMQ, también está bañada por claridad constante para poder atender hasta a seis bebés a la vez. La previsión de Jon Darpón es que unos 1.500 niños vengan al mundo cada año en la nueva clínica. Quizás alguno de ellos estudie en un futuro en las propias instalaciones que le vean nacer. Darpón destacó que pretenden que "la clínica de Zorro-tzaurre sea universitaria tanto en pregrado como en postgrado de Medicina".

Esta labor preparatoria podrá ejercerse en alguno de los 18 boxes de hospital de día médico-quirúrgico o en el área de Urgencias, cuyo acceso atraviesa el edificio de parte a parte. El alcalde, Iñaki Azkuna, fue el encargado de alabar la ubicación del edificio. Dijo que "está en el nuevo centro de Bilbao, entronizado al lado de la ría y cerca de San Mamés y del hospital de Basurto".

Servicio casi de hotel Elementos del entorno que se pueden observar desde casi todas las habitaciones ubicadas en el edificio de seis plantas. Estancias para cada enfermo pensadas al detalle, buscando el confort del paciente y el familiar que podrá dormir en el sofá-cama con que cuenta cada habitación. Un servicio privado casi similar a un hotel. Todo ha sido posible gracias a una inversión total de 85 millones de euros.

De la relación entre la medicina privada y pública habló el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, quien celebró "el sano equilibrio" que existe entre ambas e indicó que "la competición que exista entre la sanidad pública y privada es buena para seguir avanzando e ir de la mano".

Las intervenciones de las autoridades fueron cerradas por el diputado general de Bizkaia. José Luis Bilbao felicitó al IMQ por su equipamiento y dio un paso más allá en esa relación público-privada al relacionarla con la actual situación económica. Manifestó que "a pesar de que vivimos momentos complicados en lo económico, con carencias y dificultades, situaciones delicadas, esta es una de la claves para salir de este agujero: el pacto de hierro entre lo público y lo privado".