La historia de robo sufrida por la pareja británica Anna Higginbottom y Peter Lesisz durante sus vacaciones en Bilbao ha dado un giro inesperado. Tras el robo sufrido en el aparcamiento de un ferry, en el que se sustrajeron pertenencias por un valor superior a 60.000 euros, la pareja ha logrado recuperar gran parte de sus objetos, incluidos ordenadores, joyas y prendas de valor sentimental.
¿Qué ocurrió?
El incidente ocurrió justo antes de que la pareja abordara el ferry de regreso al Reino Unido, tras una visita a Euskadi. Al dejar su coche aparcado por la noche, cargado con todo su equipaje, Anna y Peter se encontraron al día siguiente con el vehículo completamente vaciado.
El robo afectó tanto a objetos personales como a equipamiento profesional. Entre lo sustraído figuran joyas y ropa por valor cercano a 5.000 euros, incluyendo piezas que tenían un gran valor sentimental para Anna. La parte más importante del robo fue el equipo especializado que Peter utiliza en su negocio de afinación de coches de alto rendimiento, valorado en aproximadamente 65.000 euros. Además, el material incluía memorias USB con software personalizado para motores, un recurso fundamental y difícilmente reemplazable para su trabajo.
El perjuicio no solo fue material. También robaron el pasaporte de Peter, lo que obligó a la pareja a desplazarse hasta Madrid para tramitar documentación de emergencia, recurriendo a dinero prestado para cubrir los gastos. Al no contar con recursos económicos ni alojamiento, tuvieron que solicitar ayuda a los servicios sociales españoles para cubrir sus necesidades básicas.
Desenlace
Afortunadamente, gracias a un sofisticado programa de seguimiento instalado en los dispositivos, los ordenadores fueron localizados rápidamente. La pareja ha anunciado que regresará a Bilbao en breve con la esperanza de recuperar el resto de sus pertenencias.
Otro de los elementos robados fueron las joyas de gran valor sentimental para Anna, entre las que se encontraban algunas piezas que pertenecían a su madre, quien falleció recientemente. El robo, que en principio dejó a la pareja desolada, ha terminado con una solución favorable gracias a la tecnología, y Anna y Peter podrán retomar sus vidas con al menos parte de lo que habían perdido.