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La ola de calor vacía las estanterías de ventiladores en Bizkaia

Las altas temperaturas han disparado las ventas de aires acondicionados, sorprendiendo las previsiones

La ola de calor vacía las estanterías de ventiladores en BizkaiaMiguel Acera

La ola de calor que azota Bizkaia desde comienzos de semana ha dejado una imagen repetida en centros comerciales y tiendas de barrio: estanterías vacías en la sección de ventiladores y aires acondicionados. La fiebre por combatir el bochorno ha desencadenado un auténtico asalto a los pasillos de climatización. “No queda ni uno”, coinciden empleados de diferentes establecimientos, abrumados por la avalancha de clientes en busca de un poco de alivio.

Tanto las grandes superficies como el pequeño comercio han visto desbordada la demanda. Por suerte, en la histórica tienda bilbaina Laucirica Electrodomésticos, con más de 70 años de trayectoria, apenas hubo que esperar. El lunes, a media mañana, ya estaban reponiendo stock. “Hacemos previsiones. Sabemos que cuando suben las temperaturas la avalancha es cuestión de horas. Intentamos adelantarnos, pero aun así, cuando llega, es una locura”, explica su responsable, Iñaki Laucirica, al frente de este emblemático comercio de Indautxu.

"Hacemos previsiones. Sabemos que cuando suben las temperaturas la avalancha es cuestión de horas"

Iñaki Laucirica . Responsable de Electrodomésticos Laucirica

Algunos clientes fieles confían en el negocio incluso en plena ola de calor. “Vengo porque me fío. Hace dos años compré uno pequeño, que aún funciona, pero ahora quiero algo más potente. A mí me gusta sin tubos ni historias raras. Enchufar y que dé aire”, contaba con humor Arantxa Sáez, vecina de Recalde.

Su experiencia no es la única. “Fui a tres sitios y en todos me dijeron lo mismo, agotado. Al final, una amiga me pasó el contacto de esta tienda y justo estaban descargando los nuevos. Si no, me veía otra noche más sin dormir”, comenta Marisol Osinaga.

La falta de lluvias en junio, que en otros veranos ofrecían un respiro, ha acelerado aún más el consumo. “Llevamos años viéndolo, las temperaturas del sur cada vez están más presentes en el norte. Este año el calor ha llegado antes y con más fuerza. Muchos corren para no quedarse sin nada, aunque tratamos de calmarles, reponemos continuamente”, asegura el gerente de la tienda.

El catálogo de productos es amplio, pero el perfil del comprador medio está claro: busca algo sencillo, efectivo y sin instalación. El ventilador de aspas sigue siendo el más demandado, por su eficacia, fiabilidad y precio asequible -desde 40 euros-. El ventilador de torre, más estilizado y discreto, gana terreno en pisos pequeños. También han repuntado las ventas de climatizadores por agua o hielo, que refrescan el ambiente sin bajar la temperatura real. Y, por supuesto, el aire acondicionado portátil, la única solución que realmente enfría, aunque requiere salida exterior y una inversión de entre 250 y 500 euros.

“La mayoría no pregunta por marcas. Se deja asesorar. Nuestro trabajo es orientarles para que se lleven lo que realmente les va a servir. Es un producto de temporada, pero bien guardado puede durar más de diez años”, asegura el responsable del negocio.

Más allá del producto, Laucirica representa también la resistencia de un modelo de comercio tradicional que, como este calor extremo, se niega a desaparecer. El propietario muestra con orgullo un recorte de prensa de hace más de dos décadas. “El titular es el mismo, en busca del ventilador, pero si te fijas, no se mencionaba el cambio climático. Ni una palabra”.

Con la previsión de que las temperaturas darán una breve tregua a mitad de semana, algunos se lo tomarán con más calma. “Los que no se han dado prisa tendrán que esperar a la próxima ola para estrenarlo… pero seguro que no tardará”, bromea Eduardo Galdeano, vecino de Llodio.

Entre compras precipitadas, noches de calor insoportable y estanterías vacías, hay algo que ya nadie duda: el calor ha llegado para quedarse. Y con él, la necesidad de estar cada vez más preparados.