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De toda la vida

La Belga, la zapatería centenaria que viste a Bilbao por los pies

Lo que comenzó siendo una tienda en la que vendían papeles pintados procedentes de Bélgica, la Guerra Civil les obligó a innovar por lo que convirtieron el negocio en una zapatería

La Belga, la zapatería centenaria que viste a Bilbao por los piesMarkel Fernández

Tan importante es vestirse por la cabeza como hacerlo por los pies. De eso en Calzados La Belga saben y mucho. Esta clásica zapatería de Bilbao lleva desde 1887 ofreciendo a sus clientes una amplia gama de artículos de calidad, de primeras marcas, con especialización en calzado de mujer y de descanso, con anchos especiales y para plantillas ortopédicas. El comercio centenario de la capital vizcaina lo fundaron los bisabuelos de la generación que actualmente está al frente del negocio, la cuarta. El establecimiento, que mantiene la misma ubicación 138 años después -calle Fueros esquina con Askao- comenzó como una tienda de papeles pintados que importaban de Bélgica, de ahí el nombre que mantiene el establecimiento.

Todo cambió con la Guerra Civil, la situación de importación y exportación cambió por completo, siendo una labor mucho más complicada, obligando a que la segunda generación reinventase el negocio. La astucia de los abuelos de la generación actual, sabiendo que tenían que dar la vuelta a la situación y coger la sartén por el mango, hizo que el negocio se transformase en una zapatería, un elemento que tal y como recuerdan, en el conjunto del Estado se fabricaba mucho en esa época.

Calzados la Belga se ha mantenido a lo largo de su historia en la misma ubicación, en la calle Fueros esquina con Askao.

A raíz de ese cambio, el negocio encontró un nuevo rumbo. Un avance apoyado por la rápida incorporación de la tercera generación al comercio familiar la cual, al igual que la cuarta, entró a una edad muy temprana. José Mari, de la cuarta generación, tuvo sus primer contacto con el local desde los ocho años. Iba allí y hacía los deberes, entre otras cosas. De hecho, su trayecto era de casa al colegio, de ahí a la tienda para después ir a casa, cenar y dormir. Unos recuerdos que jamás borrará de su memoria. Siguió sus estudios hasta que con 18 años prefería estar en la zapatería a seguir estudiando. ¿Qué se compró con su primer sueldo? Una moto, su gran pasión, cuenta.

Echando la vista atrás, la actual generación recuerda que su abuelo decidió hacer unos vales para una futura compra, algo que siguen ofreciendo a día de hoy. La actual generación recuerda que le contaban cómo su abuelo pensaba en hacer 10.000 unidades mejor que 1.000 porque miraba bastante la economía y sabía que unas 3.000 salían gratis, explican utilizando números aproximados. El cambió llegó cuando en vez de dar vales de dos y de cinco pesetas, algo que se quedaba corto, daban de diez o de 25. Entonces, la generación actual recuerda que imprimía y grapaba los vales de dos y de cinco para acumular los descuentos llegando hasta diez y 25.

Comparta su recuerdo. Si tiene alguna anécdota que haya vivido a lo largo de los más de 100 años en los que este negocio de Bilbao de toda la vida ha estado abierto al público, puede compartirla enviándola al correo aitor.garcia@deia.eus

Abiertos a sus ideas. Si considera que alguno de los negocios de toda la vida que continúan abiertos en su barrio deba ser recordado en esta sección puede compartir la propuesta enviándola al correo aitor.garcia@deia.eus

En las inundaciones de 1983 no estaban en Bilbao. Vinieron rápidamente a la capital vizcaina para limpiar el local y rescatar lo poco que quedaba en buen estado. Una vez reabrieron, cuentan que les surgió la oportunidad de comprar el local próximo a la zapatería por lo que lo adquirieron ampliando así Calzados La Belga. En poco tiempo pasaron de temerse lo peor a resurgir tras los cientos de litros de agua que inundaron la villa.

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Más allá del producto que tienen, la clave de este comercio de toda la vida, como el de todos aquellos de estas características que están repartidos por Bilbao, es el de transmitir la pasión por un producto que ha sido, es y será el buque insignia del negocio centenario que está ubicado en la calle Fueros esquina con Askao. Las sandalias y el calzado resistente al agua, o los productos disponibles que van cambiando según la temporada, tienen un valor añadido por ese trato personalizado que Calzados La Belga ofrece.

La continuidad del negocio está asegurada, al menos en la próxima década y media. De hecho, la generación actual ve las fotos de sus padres y afirma no querer cerrar la zapatería. La idea de que el comercio de Bilbao de toda la vida continúe más allá de 2040 por el momento está en el aire. Reconocen que negocios de estas características es cuestión de cariño. Un amor por la zapatería y por seguir trabajando los frutos que las generaciones anteriores han dejado y que esperan que siga dejando por muchos años más.