La evidente antigüedad del parque inmobiliario de Bilbao está provocando que las comunidades de propietarios se tengan que poner las pilas. De hecho, el Ayuntamiento estima que para 2030 el 81% de los edificios de la ciudad tendrá más de 50 años. Siendo así, es previsible que la temida palabra “derrama” esté presente en el vocabulario de miles de vecinos que deberán acometer diferentes actuaciones para favorecer la puesta a punto de sus inmuebles. Y de forma apremiante, además, ya que el 47% de los edificios de la villa ni siquiera dispone de un ascensor para garantizar la accesibilidad de sus vecinos. En ese sentido, Surbisa continúa prestando servicio a las comunidades que lo requieran y en 2024 consiguió movilizar 24 millones de euros de inversión privada en obras de rehabilitación.
En palabras de Jon Bilbao, concejal de Regeneración Urbana, casi 4.400 familias de Bilbao se han visto beneficiadas en 2024 en la realización de obras para mejorar sus edificios y viviendas a través de ayudas y subvenciones destinadas tanto a las zonas de intervención de Surbisa como a la ciudad en general. Asimismo, el responsable de la sociedad municipal ha detallado este jueves que, actualmente, gestionan una decena de zonas prioritarias: Casco Viejo, barrio De la Cruz, Bilbao La Vieja, barrio de los Ferroviarios, Irala, Zazpilanda, Uribarri, Uretamendi y Betolaza. Según ha concretado, en estos barrios se ha conseguido movilizar 11 millones de euros (Casco Viejo y Bilbao La Vieja, con 5 y 3,3 millones respectivamente, son en los que más se ha actuado) mientras que en el resto de la ciudad se han llevado mejoras por valor de 13 millones.
En ese sentido, en cuanto al balance de 2024, Jon Bilbao ha detallado que a lo largo del presente ejercicio se han dispuesto 21 ascensores nuevos y se ha favorecido la ampliación del recorrido de 465 (con la instalación de rampas, por ejemplo). Por otro lado, se ha apoyado la rehabilitación energética de 385 viviendas, a través de una inversión de 6.800 euros de media por hogar. Asimismo, se han efectuado reparaciones estructurales en 450 viviendas. “Se trata de trabajos no demorables que si no se atienden pueden conllevar un gran problema edificatorio”, ha puntualizado Bilbao, quien ha incidido que es habitual que en estos casos deban interceder para poner de acuerdo a las comunidades.
“Hay que señalar que el 47% de los edificios de la villa no tiene ascensor; que el 81% de las viviendas fueron construidas antes de 1980, por lo que la mayor parte no dispone tampoco de las debidas condiciones de eficiencia energética; y que muchas deben realizar la ITE para detectar posibles problemas estructurales. Estos programas buscan adecuar las deficiencias a mejores estándares de calidad y confort”, ha explicado Jon Bilbao. Con todo, el concejal ha declarado que el ratio de Inspecciones Técnicas de Edificios (ITE) que se realizan en Euskadi es superior al de otras comunidades. “Todos los esfuerzos que se hagan son pocos”, ha apuntado el concejal de Regeneración Urbana, quien ha revelado que ya se han aprobado las bases reguladoras de ayudas para el próximo ejercicio.
AYUDAS PARA 2025
De cara al año que viene, el edil ha apuntado que volverán a poner a disposición de los ciudadanos los programas de ayudas denominados Línea verde, Eliminación de barreras arquitectónicas y Reparaciones estructurales con los que incentivar obras y actuaciones acometidas en edificios residenciales de todo Bilbao. En ese sentido, el presupuesto de 3,1 millones para 2025 contempla 800.000 euros para la supresión de barreras arquitectónicas; 160.000 euros para la reparación de ayudas estructurales; 350.000 euros para la Línea Verde; y 180.000 euros destinados a ayudas para mejorar la accesibilidad de las personas mayores.
Por otro lado, el concejal destacó que Surbisa sigue ejerciendo como “ventanilla única” para que los residentes de las zonas de actuación preferente puedan gestionar las ayudas que otorga también el Gobierno vasco. Según ha recordado, las subvenciones se conceden en base a diferentes criterios y hay varias líneas: desde salvar el obstáculo de la adopción de acuerdos de ejecución de obras al incentivarse con una ayuda directa a las comunidades propietarias hasta ayudas a las obras en los locales comerciales que logren la mejora de la imagen urbana. Y también existen ayudas especiales para la instalación de andamios afectados por la traza del tranvía o para la contratación de los servicios profesionales de administración de fincas, entre otras.