Desde primera hora de la mañana El Arenal ya respira Santo Tomás. La inauguración oficial de la 74 edición de Santo Tomás ha sido a las 10.30 horas. Pero para la solidaridad no hay hora. Y para tener lista la porrusalda a las 13.00 horas, desde las 9.00 horas la nueva zona destinada a la celebración de la tradicional feria agrícola en la calle Bailén, el olor a porrusalda atraía a todas las personas que pasaban por el puente El Arenal. La solidaridad también ha llegado junto a la iglesia de San Nikolas. Mari Carmen González, junto con sus amigas, ha sido una de las primeras personas que se ha acercado a probar el tradicional guiso de esta iniciativa solidaria. “Esto que nos han dado está muy rico pero no se si voy a poder comerme todo lo que me han dado”, ha contado entre risas.
Makilaren Kofradia, dentro de la Comunidad Slow Food Kilometro cero, ha preparado una porruslada. Se podrá disfrutar de una ración generosa a la vez que se puede colaborar y ayudar a la Asociación Síndrome de San Filipo. “Se están preparando las raciones, sobre las 13.00 horas empezaremos a servirlas”, ha señalado Pedro Prieto mientras la porrusalda se estaba cocinando en una gran olla. Con el dinero recaudado durante este jueves, se colaborará con la Asociación Síndrome de San Filipo, un trastorno metabólico de origen genético muy poco frecuente. Edurne Soldevilla y Silvia García-Castresana han sido las encargadas de recolectar la solidaridad de las personas que pasaban por el lugar junto con Luis Ángel García-Castresana mientras José Antonio Bastegieta, más conocido como "Marko", llevaba la voz cantante del lugar con micrófono en mano.
No ha sido la única acción solidaria de Santo Tomás. En la txosna de San Nikolas organizada por Bilbo Konpartsak, se han comenzado a vender, a través de la Fundación Bisubi, 2.000 raciones de alubias, 1.000 raciones de sukalki y 600 pintxos de vanguardia cocinados en con la colaboración de los productores. Aitor Sarasketa, Gabriela Ipiña y Javier Patón no dudaron en acercarse al lugar para comer, y además, ser solidarios. Y es que, con el frío de diciembre... ¿A quién no le apetecen unas buenas alubias? “Tiene muy buena pinta”, ha contado Gabriela. Los excedentes de comida no se tirarán –en caso de sobre, algo que será difícil por las cientos de personas a las que el olor ha atraído al lugar, se guardarán en tuppers para vender de forma solidaria y si aún siguen sobrando raciones, será Galdakaoko Boluntarioen Gizarte Elkarte quienes las repartan entre las casas de acogida. “Me parece una iniciativa maravillosa”, ha indicado José Mari García.
Desde Bilboko Konpartsak, no ofrecían únicamente alubias, también estaban disponibles unas raciones de lomo que Mari Carmen González no se quiso perder. Acompañada de Padrerina Hernández, Irma Iglesias y Rosa Mari Gorostiaga hicieron la cola correspondiente para recoger el ticket y colaborar con la causa y aportar un granito de arena para que la causa recaude miles de euros. En esta ocasión destinará la cantidad recaudada a las siguientes organizaciones: Fundación Aspanovas, la Fundación Zaporeak, la Asociación Koop SF34 y el Banco de Alimentos de Bizkaia.
El talo es otro de los alimentos, que sin ser solidarios, es uno de los más demandados por las personas que transitan entre los Tinglados del Arenal y la plaza del Teatro Arriaga. Karen Antón, Ane Laura Polvorosa y Daniela Mirón llevaban todo el año esperando a que llegase este día y no se quisieron perder el talo que llega a Bilbao por Santo Tomás.
