El Ayuntamiento de Bilbao acondicionará la mina Malaespera, una de las galerías que atraviesa el subsuelo de Miribilla, para que pueda ser visitada por los ciudadanos. De hecho, el proyecto de presupuestos para el próximo año reserva ya una partida de 600.000 euros para ese fin.

El proyecto fue aprobado por unanimidad en el último pleno municipal, celebrado el pasado 26 de octubre, aunque ya previamente, en 2020, los concejales habían acordado recuperar la mina, que estuvo en funcionamiento entre 1864 y 1975, como un activo para la ciudad, reconociendo su valor histórico y geológico.

El concejal del PP Esteban Goti, autor de la iniciativa para sacar adelante este proyecto, abogó por convertir la histórica Malaespera en un espacio visitable, “siempre que la entrada en ella sea una actividad segura”. Y es que, en su opinión, su apertura puede ayudar a “comprender la realidad histórica y natural de esta mina y de todas las que hubo en nuestra villa, como ocurre en otros entornos mineros”.

Por su parte, el concejal de Planificación Urbana Proyectos Estratégicos y Espacio Público, Asier Abaunza, compartió la importancia que la actividad minera ha tenido en la historia de Bilbao, “un pasado que muchas veces no es conocido, sobre todo para la gente más joven”, con varias excavaciones en el propio casco urbano. “Muchas de ellas ya han desaparecido, como la mina del Morro, de la que ya no queda ningún vestigio, y la puesta en valor de otras no es posible porque sus galerías se encuentran inundadas”, detalló.

Es el caso de Malaespera, cuyos niveles inferiores se encuentran completamente anegados, por lo que solo será visitable la cota cero, que “es un espacio tremendamente interesante y atractivo para su visita y puesta en valor”. Frente a la petición del PP de habilitar un centro de interpretación en la mina, en principio no se plantea esa posibilidad ya que el lugar donde se encuentra el acceso “no requiere de que se altere excesivamente el entorno con la construcción de nuevos equipamientos”. Además, el propio interior de la mina “podrá dar cabida a paneles explicativos que pongan en contexto su entorno, de tal manera que las visitas puedan tener una introducción a la historia minera de Bilbao, como paso previo al acceso a la galería interior. Justo en la entrada, que es donde se encontraba el polvorín y los huecos donde se almacenaba la herramienta, hay espacios que pueden dar pie perfectamente a ubicar este tipo de paneles explicativos”.

Eso sí, advirtió de que “uno de los mayores problemas y dificultades” que existe con esta mina son “los rellenos que se hicieron en su época”, por lo que, junto al EVE, ya se han llevado a cabo los trabajos de caracterización de los suelos interiores, porque “hay suelos contaminados” y, aunque “no son residuos peligrosos, hay que sacarlos. El expediente medioambiental no es breve ni rápido” finalizó.