Va a ser uno de los grandes paseos que muchos bilbainos descubrirán esta inminente primavera. Un recorrido de algo más de seis kilómetros de longitud casi totalmente llano, con varios miradores para disfrutar de las vistas sobre Bilbao, que además se podrá recorrer con toda seguridad gracias a una senda separada de una calzada con tráfico calmado e iluminación continuada.

Todo esto y alguna sorpresa más ofrecerá el paseo generado en el último año y medio por el Ayuntamiento de Bilbao a lo largo de la crestería que recorre el alto de Artxanda entre Enekuri y Santo Domingo. Los empleados de la empresa contratada se afanaban esta pasada semana en finalizar el último tramo que resta de senda, apenas unas decenas de metros, ubicados delante del Hotel Artxanda, muy cerca del alto de Santo Domingo donde conectará con el itinerario que sube desde la zona de Arabella.

El trayecto ha habilitado el paseo para los peatones en la margen derecha de la vía con dos tipos de suelos. Uno de ellos es la tradicional acera urbana con baldosa tipo Bilbao y bordillo que se ha desplegado en aquellas zonas con más uso vecinal. El otro piso está compuesto por cemento rugoso de color verde característico que se encuentra a la misma altura que el asfalto y que paseantes y ciclistas podrán compartir.

La carretera BI-3741 ha dejado de ser un riesgo para los andarines que osaban a recorrerla por su exiguo margen para convertirse en un entorno mucho más amable. En todo el recorrido el tráfico no podrá superar los 30 kilómetros por hora, (la restricción es mayor, a 20 km/h, en el tramo central) y el pasillo tintado de verde ha sido protegido con una valla baja con alma metálica y madera a la vista para integrarse en el paisaje y a la vez evitar accidentes graves a motoristas y ciclistas en caso de caídas.

Recorrido por el renovado paseo de Artxanda

Recorrido por el renovado paseo de Artxanda Pablo Viñas

Sección central, con más mimo

La sección central del itinerario, el ubicado por debajo de las instalaciones del polideportivo y del mirador de Artxanda cercano al funicular, se ha tratado con más mimo. Además de la reducción de velocidad del tráfico referida, el asfalto cuenta con dibujos de grandes baldosas tipo Bilbao al lado de un trayecto peatonal más ancho que en el resto de paseo. Todo para dotarlo de un carácter más urbano y priorizar el tráfico peatonal.

Los conductores tampoco circularán muy rápido debido al estrechamiento a tres metros de los carriles y a las tres rotondas que templan la velocidad de vehículos. Son las que han eliminado los cruces a la altura del antiguo Nogaro, el cercano al colegio Trueba y la que distribuye la circulación hacia Galdakao o hacia el alto de Santo Domingo.

Otro elemento de seguridad integrado en el sendero para paseantes son las casi 200 farolas que se han instalado para mantener iluminado todo el recorrido. De estos puntos de luz más de la mitad cuentan con placas solares individuales para dar energía a los leds en los tramos más naturales del trazado.

En la reconversión se ha tenido muy en cuenta las conexiones viarias laterales con los baserris, empresas, locales de hostelería e instalaciones asentadas en ese margen derecho que se asoma a la villa. Todos están señalizados con pasos de peatones e incluso se ha instalado semáforos en la intersección múltiple ubicada al lado del restaurante Txakoli Berriz, en las cercanías de Nogaro y para dar servicio a los alumnos del colegio Trueba y los vecinos con residencia al otro lado de la carretera. Cinco paradas de Bizkaibus salpican el recorrido tanto para servicio de los vecinos de una de las zonas con menos densidad poblacional de la villa como por si acaso alguno de los peatones se cansa antes de terminar la ruta.

Una parte del presupuesto destinado al proyecto se ha dedicado a la creación de miradores sobre la ciudad. Uno de ellos es el ubicado al lado de la bajada del Funicular, y que permite disfrutar de la trama urbana del botxo con generosidad. También se han creado dos más en las inmediaciones del Hotel Artxanda, pegado a la carretera, y en la rotonda de Nogaro en formato de terraza exenta toda ella de madera. 

Este paseo es uno de los elementos esenciales dentro del Plan de Activación de Artxanda, suscrito entre Sondika y Bilbao que aspira a transformar el entorno en un nuevo espacio de encuentro salvaguardando en todo momento su carácter natural y sostenible.

UNIDO POR DOS RECORRIDOS MÁS

Por Santo Domingo. El nuevo recorrido institucionalizado además va a servir de enlace para posibilitar a los más andarines poder unir dos puntos tan alejados de la villa como son Begoña y Elorrieta. Desde el barrio que luce orgulloso la basílica se puede subir hasta Arabella y tomar el camino peatonal que bordea las curvas de subida de Santo Domingo y antes de alcanzar la cumbre conectar con el nuevo paseo de Artxanda acondicionado en los últimos meses.

Por Enekuri. Tras llegar a la parte baja del monte Elorrieta se podrá conectar antes de fin de año con la pasarela de madera que está tendiendo el Ayuntamiento por la ladera que baja hasta la carretera de Enekuri. Tras cruzar el puente peatonal que supera el vial se podrá conectar con otra paseo también de madera que bajará por la falda del monte Cabras hasta Elorrieta donde se podrá conectar con el paseo del Canal de Deusto.