Los motivos para delatar a un vecino que regenta una vivienda turística pueden ser variados: porque aloja a más personas de las que corresponden o porque no ha colocado el distintivo, entre otras cuestiones. Desde que cualquier persona puede manifestar en un buzón totalmente anónimo la sospecha de que un piso turístico está operando de forma incorrecta, el Departamento de Turismo ha recibido 272 quejas correspondientes a Bilbao. Esas reclamaciones, que se registran desde 2019, se elevan a 330 en el caso de Bizkaia. El sector de las viviendas turísticas, regulado por el Gobierno vasco, en coordinación con las normativas municipales y los regímenes fiscales de cada Diputación, está volviendo a recuperar el pulso después de que la pandemia obligara a cerrar a gran parte de estos establecimientos.

Desde el Gobierno vasco exponen que en 52 casos de entre los denunciados no se ha abierto ficha de inspección por no contar con los datos suficientes. En cuanto a las 278 inspecciones reales realizadas, 58 han sido archivadas por no detectarse infracción, 104 han sido canceladas por resultar duplicadas o repetidas y sobre 95 se ha realizado una propuesta de sanción. Por otro lado, señalan que existen otras denuncias formales tramitadas como tales (suelen proceder de vecinos o de comunidades de propietarios). En este caso a Bizkaia corresponden 185 casos y, entre ellas, 84 han concluido con el cierre de una vivienda además de con su correspondiente sanción.

Según detallan, entre los incumplimientos por los que se multa a los propietarios hay varios motivos. Por una parte, puede haber titulares de varias viviendas o habitaciones turísticas que han sido sancionados; es decir, que se repiten infracciones en distintas alojamientos de los mismos titulares. “Hay casos en los que el tipo de infracción es remarcable; sería el caso de viviendas que han sido inscritas con unos determinados datos y en un momento posterior han sido segregadas, por lo que, con un único número de registro se estaban publicitando dos viviendas distintas”, exponen desde el Departamento. También se da el caso de titulares que ofertan varios alojamientos sin haber presentado la declaración de inicio de actividad de ninguna de ellas. “Existen también casos en los que hay titulares que tienen algunas viviendas inscritas y otras sin inscribir, pero que ofertan todas en plataformas turísticas”, revelan las mismas fuentes.

Cabe destacar, que el número de viviendas turísticas está volviendo a cifras previas a la pandemia si bien todavía no las ha recuperado. El pasado año cerró con un balance de 314 viviendas en Bizkaia (116 ubicadas en Bilbao), una cifra que se va acercando al pico de 2019, cuando en el territorio había 346 viviendas registradas (170 en la capital). No obstante, el hecho de que supere con creces el saldo de 2018, cuando en Bizkaia había 209 viviendas (60 de ellas en Bilbao) ya demuestra que lo más probable es que sigan proliferando. En esa progresión, el Departamento de Turismo estará vigilante.