Euskal Trenbide Sarea (ETS), el gestor ferroviario dependiente del Gobierno vasco, se encuentra a la espera de recibir las opiniones de los vecinos del sur de Bilbao y de Alonsotegi para determinar qué alternativa de las dos propuestas por el estudio informativo para la futura línea 4 del metro es la que será elegida. La mayoría de ellos apuesta por la que abre dos estaciones tradicionales en Irala y Rekalde.Este proceso participativo, el primero que se lleva a cabo de este tipo para determinar un trazado del metro de Bilbao, se ha desarrollado durante casi dos meses. En este tiempo se abrieron diversos canales de opinión para que los vecinos afectados por el nuevo transporte ferroviario dirimieran por qué opción apostaban. La A es la versión más pura del suburbano, con un nuevo trazado subterráneo y la construcción de dos estaciones bajo Irala y Rekalde del tradicional tipo caverna de Norman Foster; la alternativa B aprovecha todo el trazado actual de Feve, entre las estaciones de Abando y Basurto, sirviendo al centro de los barrios mencionados con dos pequeños funiculares desde la actual estación en servicio de Ametzola.

La empresa contratada por ETS para gestionar el proceso participativo está ultimando las conclusiones de todas las opiniones vertidas, las cuales se han visto también condicionadas por la pandemia del covid-19 siendo imposible celebrar reuniones presenciales. Los encuentros con colectivos, asociaciones y agentes sociales de Irala, Rekalde, Basurto y Alonsotegi se llevaron a cabo por vía telemática, sumando un total de seis foros con diferente participación vecinal en función de la sensibilidad por la conexión ferroviaria. Así, la población de Rekalde, que lleva más de dos décadas solicitando la llegada del metro a su barrio, ha sido la más activa de todas las consultadas. Para los que no pudieron asistir de forma on line se facilitaron en los centros de distrito bilbainos y en la casa de cultura de Alonsotegi información exhaustiva con paneles de las dos alternativas y un formulario en el que pudieron indicar las aportaciones que quisieran.

A la espera del informe definitivo, el sentir mayoritario de los consultados, y los que han participado motu proprio, apuesta mucho más por la primera alternativa, la de construir la variante ferroviaria que recorra las entrañas de Irala y Rekalde con sus respectivas estaciones de metro.

Dos fases en el tiempo

El estudio informativo aprobado por ETS apuesta por una línea 4 de metro que se va a desarrollar en dos fases teniendo como base el actual recorrido de la línea ferroviaria de Feve, la que conecta Bilbao con Balmaseda.

El primer tramo de los trabajos se desarrollará entre la futura estación intermodal de Abando y el barrio de Zorrotza. El segundo, a construir una vez finalizado el primero, irá desde el mencionado barrio bilbaino hasta la zona de Irauregi, ya en el municipio contiguo de Alonsotegi, e incluye las cocheras de las unidades que servirán a esta futura línea 4.

Para este recorrido, el Gobierno vasco y la Diputación Foral, como entidades financiadoras del proyecto, han ofrecido las mencionadas alternativas para conectar los entornos de Irala, Rekalde, Basurto, Zorrotza y Alonsotegi con la zona centro de la capital vizcaina.

La primera opción aprovecha las vías en servicio entre Basurto e Irauregi, incluyendo en la misma la intervención para convertir en soterrada la actual estación de Zorrotza y eliminar a la vez los dos peligrosos pasos a nivel ubicados en el barrio. Este proyecto se desarrolla en paralelo y con presupuestos propios gracias al convenio firmado por el Ayuntamiento de Bilbao y el ministerio de Fomento.

Para el tramo más urbano, entre Basurto y Abando, se apuesta por horadar un nuevo túnel ferroviario que, en forma de variante, incluya dos nuevas estaciones bajo Rekalde e Irala. Ello supondría la desaparición del actual itinerario bajo el parque de Ametzola y de los andenes del mismo nombre que sirven a Feve. Los que operan para los servicios de Renfe de Cercanías de Ezkerraldea y Meatzaldea continuarían activos.

En total, se actuaría sobre casi 10,5 kilómetros de trazado de los que 2,54 serían de nueva construcción, otros 650 metros se integrarían en la estación de Abando que se construirá con el TAV y el resto constituiría el actual recorrido de Feve.

La estación del metro de Rekalde tendría dos bocas de acceso, ambas con fosterito, una en la plaza principal del barrio y otra en la calle Gordoniz, a la altura de la calle León de Uruñuela. En medio, casi en esquina con la calle Anboto, un ascensor conectará con los andenes subterráneos.

La estación de Irala cuenta con cuatro entradas diseñadas. En los extremos de la estación, las escaleras mecánicas desembocarían, por un lado, en la plaza Urizar, pegando a la calle Juan de Garai; por otro, en la plaza del barrio, la que conforma el cruce de las calles Irala y Ezkurtze. En medio se instalaría un elevador en la calle Kirikiño y una batería con varios ascensores entre la avenida Bergara y la calle Monasterio, los puntos más elevados de la zona de Irala.

Los potenciales usuarios que andando se encuentran a cinco minutos de cualquiera de estas dos estaciones se eleva a 22.400 vecinos de la zona de Rekalde, Larraskitu, Iturrigorri y Peñascal, por un lado, y de Irala, Zabala y la parte baja de Miribilla, por otro.

El estudio prevé que esta opción en su fase 1 supondrá 5,87 millones de nuevos viajeros al año con frecuencias cada 5 minutos en hora punta, una cifra similar de pasaje a la que atiende en la actualidad la línea 3.

Opción con funiculares

Por lo que se refiere a la segunda alternativa, la demanda estimada se rebaja a 4,2 millones de usuarios, al ser menos los vecinos cercanos a las bocas de acceso, 21.300. En este planteamiento sobre el plano no hay que excavar un nuevo gran túnel sino que se utiliza todo el trazado que presta ahora Feve, teniendo la estación de Ametzola como nudo gordiano.

El servicio a los centros de los barrios se prestaría con sendos funiculares soterrados similares a los que utilizan los vecinos de Santurtzi entre el centro del pueblo y el barrio alto de Mamariga. La galería a horadar hasta Rekalde recorrería 610 metros con dos accesos finales en los mismos puntos geográficos que la primera opción. Por su parte, el túnel hasta Irala sería más largo, se va a los 935 metros, repitiendo entrada en la plaza Urizar y abriendo otra nueva al lado de las escaleras que desembocan en la avenida Kirikiño. Por cada extensión desde Ametzola circularían dos txiki trenes sin conductor, denominados en el argot ferroviario sistemas people mover, con capacidad para 45 viajeros cada uno.

En la primera fase del estudio informativo, ETS ha analizado las alternativas así como las posibilidades de trazado y conexión con la infraestructura existente de Feve, que ha culminado con el mencionado proceso de participación ciudadana.

Con la alternativa elegida por la consulta y otras aportaciones que hayan planteado los vecinos implicados, el gestor ferroviario vasco desarrollará en detalle la solución seleccionada como más adecuada.

Cuando se presentó el proceso participativo en febrero, desde el departamento de Transportes que dirige Iñaki Arriola ya indicaron que la opinión mayoritaria de la consulta no era vinculante. Hay otros aspectos técnicos a valorar y también económicos aunque la diferencia entre ambas opciones no es destacable. La primera está presupuestada en 289 millones de euros, mientras que la segunda se queda en 240 millones de euros. Apenas 50 menos.

El proyecto se divide en dos fases en el tiempo. Primero se acometería el trazado entre las estaciones de Abando y Zorrotza, ambas de nuevo cuño, y posteriormente la prolongación hasta la zona de Irauregi, en Alonsotegi.

La zona más poblada del primer tramo que se ejecutará contará con un tren cada cinco minutos en todas las estaciones. Para llegar hasta la parada de Irauregi los usuarios tendrá un convoy cada cuarto de hora.

Ambas alternativas han buscado aprovechar al máximo posible el trazado ferroviario actual de los servicios de Feve, tal y como se hizo también en el trazado de la línea 1, hasta Uribe Kosta, y con la línea 3 con las vías hasta Lezama.

10,4 km.

La variante ferroviaria con las paradas en Irala y Rekalde supondrá actuar sobre 10,4 kilómetros de vías actuales y de nuevo tendido.

22.400

Las estaciones de Irala y Rekalde pueden dar servicio a 22.400 vecinos que viven a cinco minutos como máximo de cualquiera de las bocas de acceso a los andenes.

5,87 m.

La demanda media cada año estimada es de alrededor de 5,87 millones de viajeros, similar a la que se está registrando en el trazado de la línea 3 por el norte de Bilbao.

289 m.

La primera alternativa supondría un presupuesto de 289 millones de euros, 49 millones más que el coste previsto para la opción B.