Bilbao - Bronce olímpico, doble campeón mundial, seis veces campeón europeo y un rosario de medallas de oro en los campeonatos estatales. Este es el brillante palmarés de Javier Fernández, que el pasado miércoles anunció su retirada. El madrileño, que ha revolucionado el patinaje sobre hielo, no estaba ayer en la pista instalada en el muelle de Ripa en Bilbao. Hasta allí, sin embargo, sí acudieron Eider, Naia, Adriana, Joana o Gloria, que no quisieron perderse la oportunidad de disfrutar de unas de las principales atracciones que inundan la Navidad en la capital vizcaina.
El agua, por otra parte anunciada, restó algo de público tanto a la pista de hielo -realmente hielo ecológico con materiales innovadores- como a los toboganes instalados al lado. “Por la mañana ha habido quizá más gente de la que se esperaba. A la tarde ha bajado un poco, pero es jueves y está lloviendo”, aseguraba Garazi, encargada de la taquilla de la pista, que está convencida de que el fin de semana van a tener “una muy buena entrada”.
De entre los usuarios, las bilbainas Joana y Gloria aseguraban estar encantadas. “No es hielo de verdad, pero para pasar el rato está muy bien”, afirmaban. Gloria señalaba que todo lo que sea patinar va con ellas. “Patinamos mucho, pero sobre todo sobre ruedas. En cuanto han dicho que estaba ya instalada la pista, hemos venido”, dice Gloria. Joana asegura que el agua no es un impedimento. “Con esta agua que está cayendo, los patines se desplazan mucho mejor sobre esta superficie. No es un impedimento”.
Eider -“pon que soy de Mondra (Arrasate) que si no se enfadan”- incidía en el hecho de que la pista no es de hielo, “pero para pasar el rato está muy bien. Es verdad que he estado en otros sitios donde ponen hielo de verdad, pero imagino que será mucho más costoso el mantenimiento”. Eider estaba en la pista con Valentina, Adriana y Mónica. Las pequeñas son las que de verdad disfrutan de la experiencia. “Para pasar un rato agradable está bien. Además ahora (media tarde) no hay mucha gente y se puede patinar”, insistía Eider, que, sin embargo, se lamentaba del agua. “Es una pena, ya que las crías se caen y se mojan todo, pero qué se va a hacer”.
Desde Santutxu se acercaron Nekane, Naia, Aitana e Itziar, aunque esta última se declaraba muy vergonzosa y evitó salir en las fotos. Tenían claro que ayer -inauguración de la pista- era un buen día para acudir. “El fin de semana va a haber mucha más gente. El agua y que es jueves, ha hecho que venga menos personal”.
Al lado de la pista de hielo están los toboganes para deslizarse en trineo. Aunque eran muy pocos los usuarios, Paula, una de las responsables, señalaba que por la mañana habían tenido más afluencia. “La mañana ha estado muy bien, Ahora el agua nos resta gente, pero va a tener muy buena aceptación, seguro”.