Patxo Telleria: “El rol que juegas es lo que te da fuerzas para aguantar cada día de Aste Nagusia”
Tras llegar el domingo “sin fuerzas”, el pregonero intenta recuperar energía tras haber vivido una “experiencia irrepetible en todos los sentidos”
Bilbao - Vivir “intensamente” todos los días de Aste Nagusia al final termina pasando factura. Tras recuperar un poco de fuerzas, Patxo Telleria asegura a DEIA que ha vivido una experiencia “muy bonita y especial” por todo el cariño que muestra la gente y por la implicación que tienen los bilbainos con las fiestas de su propia ciudad. Además, recomienda al próximo pregonero que “disfrute cada minuto de la increíble experiencia”.
Ya ha pasado la tan esperada Aste Nagusia. ¿Qué le ha parecido personalmente?
-Se me hace muy difícil hacer una valoración porque lo he vivido muy desde dentro y todavía me siento un poco raro. Es maravilloso ver lo identificada que se siente la gente de Bilbao con sus propias fiestas.
¿Cuál ha sido la actividad que más le ha gustado?
-Buf, no sabría decirte... quizá los más pequeños y los jóvenes son los más beneficiados o donde más se pone el foco. Por eso quizá remarcaría más aquellas actividades donde ha habido más diversidad de edades. La comida en La Casilla con los mayores o el Circo en el Hospital han sido momentos muy sentidos y emocionantes. Y por ejemplo, herri kirolak ha sido muy divertido.
¿Cuál ha sido el mejor y el peor momento con ese rol?
-El mejor momento la apertura de txosnas sin duda. El pregón es un momento de subidón pero hay mucha tensión acumulada. Ese momento es excesivamente intenso como para poder disfrutarlo porque hay que estar muy concentrado en leerlo bien con las pausas adecuadas para que la gente que esté en la plaza lo entienda bien. Creo que no hay ningún peor momento. El pequeño detalle de que haya hecho tantísimo calor ha hecho que en algunas ocasiones tuviese ganas de que se terminase para ir directo a buscar una pequeña sombra.
A pesar de que no se pueda, ¿volverías a leer el pregón?
-Pues no lo sé porque es una mezcla de sentimientos. Me hubiese gustado poder leerlo delante de toda la gente pero como si aquello de un ensayo se tratase. Y, tras saber lo que se siente, hacerlo por segunda vez lo mejor que hubiese podido.
La gente de la ciudad le habrá pedido muchas fotos. ¿Cómo se ha sentido?
-El cariño de la gente siempre me parece algo fantástico. A pesar de que yo no esté muy inmerso en la tecnología, las fotos no me han molestado, porque el 99% de la gente que se quería sacar fotos me lo ha pedido con muchísima educación. Lo que no se realmente es cuánta gente guardará esas fotos.
Seguro que muchas, el pregonero es un personaje importante de Aste Nagusia.
-La verdad es que sí. A pesar de estar en un ambiente con muchísima aglomeración de gente, siempre han sido tremendamente educados. Me quedo con eso.
¿Se ha llevado alguna sorpresa durante la semana de fiestas?
-Todos los días han sido una verdadera sorpresa. Al final, ha sido la primera vez que he vivido esta experiencia y a todos los sitios a los que he ido me han parecido un asombro. Las situaciones eran nuevas pero ha sido muy positivas. Una cosa muy curiosa han sido los comentarios que han hecho los mayores en la comida de La Casilla.
Los mayores siempre cuentas muchas cosas porque han vivido muchos momentos.
-Pues sí. Son un ejemplo para nosotros. Con lo que nos contaron, la verdad es que cada uno tiene una historia con la que se podría escribir un libro.
Han sido nueve días de no parar. Las horas de sueño se habrán reducido un poco...
-Llegué al domingo y no podía con mi vida. He dormido una media de cuatro o cinco horas diarias a pesar de que hubo un par de días que pude dormir ocho horas.
Entonces, ¿cuál ha sido el secreto para tener tan buena cara durante el día?
-No he tenido ningún secreto. De hecho, me he cuidado mucho menos de lo que creía que lo iba a hacer. He machacado el cuerpo como casi todas las personas que estaban a mi alrededor. El hecho de estar en esa situación tan excepcional como es la de ser pregonero te da fuerzas. Es el propio rol que tienes que jugar lo que te da fuerzas para aguantar cada día de Aste Nagusia.
¿No hubiese aguantado toda Aste Nagusia sin ser pregonero?
-Si llego a ir de paisano probablemente al cuarto día ya estaría agotado y seguramente hubiese tirado la toalla.
¿Qué le recomendaría al pregonero del año que viene?
-Creo que todavía no ha pasado el tiempo suficiente como para que pueda recomendar algo. Simplemente que aproveche cada momento, que tenga paciencia en algunos momentos de aglomeración pero que disfrute cada minuto porque solamente ocurre una vez en la vida.
Las txosnas han tenido más actividad que en años anteriores. ¿Cree que es ese el hilo que hay que seguir?
-Eso creo que es muy buena señal. Cuando se habla de unas fiestas participativas es difícil participar si no estás en alguna comparsa o como espectador. Precisamente es ese el objetivo, que la gente se implique con las organizaciones o con las comparsas que no solamente están presentes durante las fiestas. Antes de ellas y después siguen trabajando duro para que en años siguientes la cosa salga igual de bien o incluso mejor.