Bilbao - Quedan tres días de curso y saben que el año que viene no volverán a esas aulas, pero la actividad en el Colegio Ibaigane, de Deusto, continúa. Como si el martes no hubiesen recibido la noticia del cierre definitivo del centro. Solo los carteles, que piden la permanencia de la actividad educativa y las charlas entre clase y clase recuerdan la angustiosa situación que atraviesan alumnos, profesores y familias. El Departamento de Educación del Gobierno vasco trabaja contrarreloj para buscar "la mejor de las soluciones" y, según ha podido saber DEIA, los 280 alumnos de Ibaigane serán reubicados en bloque a un nuevo centro de la zona. Salesianos y Madre de Dios se presentan como las principales opciones.

El inesperado cierre del Colegio Ibaigane a tan solo unos días del final de curso y con las matriculaciones cerradas el pasado febrero ha generado el caos entre las familias, que ayer mismo comenzaron a recorrer los centros escolares cercanos en busca de una plaza para sus hijos. El Gobierno vasco quiso transmitir un mensaje de "tranquilidad". La viceconsejera de Educación, Aran-tza Aurrekoetxea, adelantó que existe "más de una solución" para garantizar la escolarización de los casi 300 alumnos de Ibaigane de cara al próximo curso. "Les vamos a dar la mejor de las soluciones intentando cumplir con lo que nos comunica las familias: que el alumnado continúe unido y ofrecer una solución global a todo el centro", explicó la viceconsejera. La solución se pondrá sobre la mesa "cuanto antes, esperamos que sea esta misma semana", puntualizó.

El criterio que se baraja para esta reubicación es, tal como apuntaron desde Lakua, el de proximidad. En ese sentido, existen tres opciones en el mismo entorno del Colegio Ibaigane: La Salle, Salesianos y Madre de Dios. De los tres, los que se presentan con mayores opciones para acoger a todo el alumnado de Ibaigane son Salesianos y Madre de Dios; ambos, nombres que ya se escuchaban el pasado martes entre los afectados.

La absorción de los 280 alumnos que el viernes se quedarán sin colegio sería equivalente a la implantación de una línea educativa más en el centro al que se les traslade. Esto supondría, a su vez, la reestructuración no solo de esas instalaciones sino también del sistema que se mantenga en el colegio, que asumiría nuevos gastos. En contraposición, el centro también absorbería los conciertos económicos -subvenciones por parte de las instituciones- que el Gobierno vasco concede en función de las aulas concertadas. De no ser así, el cambio sería "inasumible". Así lo explicó a DEIA Andoni Salvador, director del Colegio Madre de Dios, quien mostró su disposición a adecuar las instalaciones para acoger a estos estudiantes. "Contamos con una parte del colegio en la que tenemos más aulas, que ahora mismo usamos para extraescolares, y algún espacio libre más que podríamos habilitar", especificó. Según sus cálculos, necesitarían entre diez y doce aulas para continuar con la educación de los chavales "con la mínima alteración posible". El centro cuenta con una capacidad para 800 alumnos desde guardería a Bachiller.

Los padres de Ibaigane apuntaron el martes hacia el colegio Salesianos donde, aseguraron, habría una disponibilidad de veinte aulas para acoger a sus hijos. En cambio, su director, Isaac Díez, no confirmó a DEIA estos datos, alegando, únicamente, que es el Gobierno vasco "quien debe hacer las propuestas".

El tercer centro que entra en las quinielas es La Salle, con una familia cercana a los 1.300 alumnos. Su director, Gorka Eizaguirre, aseguró ayer a este periódico que cuenta con "muy pocas plazas" libres de cara al curso próximo, considerando prácticamente imposible la absorción de los alumnos procedentes del Centro Ibaigane.

La viceconsejera subrayó ayer que existe una solución. "Es un centro de una sola línea, con un número importante de alumnos pero tampoco demasiado grande. Estamos a tiempo", transmitió a las familias. "Entendemos que estén preocupados pero creemos que vamos a encontrar una buena solución en la zona para el conjunto de las familias".