El Surne Bilbao abrió con éxito la segunda fase de grupos de la FIBA Europe Cup y sometió en Miribilla (94-79) a un Sporting de Portugal que ni de lejos fue una de esas peritas en dulce que permitieron a los ‘hombres de negro’ encadenar plusmarcas en la fase anterior. El conjunto luso exigió trabajo y concentración a los de Jaume Ponsarnau, que sofocaron el intento de rebelión de su rival en el tramo final del segundo acto y el arranque del tercero con un parcial de 21-6 que les impulsó hasta el 59-42 y a partir de ahí se movieron casi siempre en ventajas de dobles dígitos, aunque los de Luis Magalhaes no acababan de desaparecer en su retrovisor.

En este tipo de choques continentales en los que su superioridad es notable en el plano teórico, la clave para el conjunto vizcaino consiste en no malgastar demasiada energía (el domingo asoma otro duelo de gran importancia en el Bilbao Arena ante el Hiopos Lleida) ni quedarse corto, obviamente, y en ese sentido el trabajo de los ‘hombres de negro’ fue más que pulcro. La escuadra lusa, seria y compacta, incomodó gracias a los 25 puntos de Francisco Amarante, muy fino desde la distancia triple, y a los 16 de Brandon Johns, todo un dolor de muelas con sus siete rebotes ofensivos, la mitad de los 14 que capturaron los lusos, cuya principal virtud residió en esa faceta del juego, de la que extrajeron 17 puntos.

A BUEN RECAUDO

Sin embargo, el Surne Bilbao tuvo el choque a buen recaudo prácticamente en todo momento. Cada vez que pisaba el acelerador conseguía abrir hueco y pudo jugar con esa circunstancia para no tener que vaciarse en exceso. Luke Petrasek, autor de 18 puntos, fue muy importante para firmar el primer demarraje después de que el rival se acercara hasta el 38-36 poco antes del descanso, mientras que Darrun Hilliard, que le igualó en anotación, fue el que se encargó de cimentar la renta en el acto final.

COMPETIDO

La cita arrancó como si de un certamen de triples se tratara, con dos dianas por cada bando, aunque los anfitriones no tardaron en hacer gala de su superioridad, diversificando recursos en ataque y con buena disposición inicial en defensa. El 16-6 con menos de cuatro minutos de encuentro disputados parecía levantar la barrera hacia otro duelo continental sin ningún tipo de chicha, pero los lusos demostraron recursos, físico y ganas de revolverse cuando el rival flojeaba a la hora de cerrar su aro. Así, sumando de tres en tres primero, con misiles lejanos o jugadas de ‘dos más uno’, y añadiendo posteriormente el buen hacer de Johns en las distancias cortas, el primer acto se cerró con un equilibrado 26-23.

El Sporting llegó a darle la vuelta al luminoso (26-28) porque la retaguardia anfitriona le permitía rebañar demasiados rebotes ofensivos y encontrar situaciones favorables de tiro. Su dominio fue fugaz, pero los ‘hombres de negro’ carecían de filo y energía como para fabricar distancias tranquilizadoras, ni siquiera después de que Justin Jaworski y Hilliard engatillaran dos triples seguidos. Y es que los de Magalhaes movían con demasiada soltura sus guarismos ofensivos y, además, regalaban muy poco atrás. Ponsarnau, nada satisfecho con los acontecimientos en cancha, llamó a capítulo a los suyos con el 38-36 y el toque de atención tuvo su efecto en ambos aros. Con una defensa más agresiva y Petrasek, con siete puntos, y Aleix Font, con cuatro, dando un paso al frente en ataque los anfitriones conectaron un parcial de 11-2 para alcanzar el ecuador de la cita con su máxima ventaja en el luminoso: 49-38.

PEGAJOSOS

Tras la reanudación, los anfitriones mantuvieron su nivel de acierto y energía atrás y tras el buen hacer en ataque de Petrasek, más incisivo que otras veces, y un triple de Harald Frey para el 59-42 amagaron con dejarlo todo visto para sentencia, pero el Sporting no estaba por la labor. Johns siguió enredando debajo del aro y sumando puntos mediante el rebote de ataque, pero fue Amarante, con tres triples, el principal dolor de cabeza de los ‘hombres de negro’. Ponsarnau tuvo que volver a parar el choque con el 67-59 y al menos los suyos consiguieron algo más de aire para afrontar los diez minutos finales: 74-63.

A partir de ahí, el control del choque por parte del Surne Bilbao acabó frustrando a su contrincante. Con Hillard como principal baza, la renta de los anfitriones no bajó de los dobles dígitos, conquistando el objetivo de arrancar la segunda fase continental sin sobresaltos.