Un viaje bien empleado a Tiflis por el Surne Bilbao Basket
Vuelve a batir un récord de anotación mientras hace pruebas para compromisos más exigentes
En partidos de esos considerados sin historia por la diferencia en el marcador, el Surne Bilbao Basket se ha empeñado en añadir capítulos a su propia historia. Si la semana pasada en Brno logró su victoria más amplia, ayer en Tiflis consiguió la mayor anotación, superando los 111 puntos que logró en un partido ante el Valencia Basket que necesitó prórroga en la temporada 2012-13. En encuentros sin prórroga el mejor registro eran los 109 puntos ante el Fuenlabrada en la campaña 2022-23. No estuvieron los hombres de negro lejos de superar la renta de 54 puntos que consiguieron la semana pasada en la cancha checa porque a 3.30 del final ganaba por 49 puntos tras un triple del canterano Kepa de Castro. Sin embargo, no estaba ahí el foco del partido, aunque no sería descartable que esa diferencia se supere en los dos partidos de este grupo que quedan en Miribilla, a poco que los jugadores de Jaume Ponsarnau se empleen con la energía que lo hicieron ayer.
Quedará para la pequeña historia del club que la canasta que sumó otro récord en esta FIBA Europe Cup la logró Bingen Errasti, el otro chico de la cantera escogido para ocupar la plaza de quinto jugador en la competición europea. Supone un reconocimiento al trabajo que está haciendo el club con sus equipos formativos, representado ahora en la Liga U22 de la que el jugador de Arrasate fue protagonista hace un par de semanas por su inverosímil canasta para derrotar al Girona sobre la bocina.
No hubo mucho más que rascar en un partido que se desarrolló según lo esperado e, incluso, mejor. La superioridad del Bilbao Basket era muy clara ante un rival con menos recursos que la pasada temporada, pero luego hay que plasmarla en la cancha. Si algo tiene el equipo bilbaino esta temporada es jugadores como Normantas, Lazarevic y Krampelj que pueden imponer un elevado listón físico, que no van a perdonar un contacto ni una falta que haya que hacer. De esa forma, rivales de la entidad del Kutaisi se ven sometidos a un desgaste que acaban pagando con el paso de los minutos.
Minutos para todos
Parece que las derrotas ante el Peristeri y el Joventut hicieron descubrir al grupo de Ponsarnau lo que ocurre cuando no se ponen los cinco sentidos y algo más en la cancha y desde entonces no han racionado su energía. Los movimientos del banquillo, con esos cambios del quinteto completo pasados tres o cuatro minutos, buscan que los jugadores se enganchen pronto al ritmo del juego. Ayer en Tiflis no fue una excepción y hubo una buena ración de minutos para aquellos que necesitan un empujón en su confianza o en su puesta a punto. Quizás el juego no fue tan brillante como en Brno cuando también se batió un récord de asistencias, pero el Bilbao Basket no dejó de sumar puntos con mucha facilidad porque tenía ventaja en todas las posiciones.
Ponsarnau pudo probar distintos formatos en cancha, con Normantas ejerciendo de base por la baja de Frey y también Jaworski en la dirección en un tramo corto. La pareja Lazarevic y Krampelj como cuatro y cinco puede ser útil ante rivales que jueguen con quintetos pequeños. También se vio al Bilbao Basket defender con una presión 1-3-1, con Petrasek o Lazarevic en la punta, pero sin demasiada convicción hubo algunos desajustes que cedieron algunas canastas sencillas al Kutaisi. Sin el agobio del resultado, era el día para este tipo de medidas a las que quizás haya que recurrir más adelante en circunstancias más complicadas. Con tanto tiempo entre aviones, se trataba de aprovechar el viaje a Georgia para que el partido fuera lo más parecido a un entrenamiento de calidad ante un público escaso. Ahora los hombres de negro buscarán la primera plaza del grupo ante el Peristeri.