El Surne Bilbao Basket busca la redención en la República Checa

Después del patinazo en Miribilla contra el Peristeri en el estreno de la defensa de la corona de la FIBA Europe Cup (de ganar por 18 puntos en el segundo cuarto a perder por 81-84) y la hecatombe protagonizada este domingo en Badalona (101-69 después de un horrible primer cuarto resuelto con un esclarecedor 31-6 y sin canastas en juego por su parte), el Surne Bilbao Basket quiere arrancar su proceso de redención este martes (17.00 horas) en su visita al Basket Brno checo, un conjunto que cuenta por victorias todos los encuentros que ha disputado en este arranque de ejercicio: 3-0 en su liga doméstica, victoria en los dos partidos ante el Parnu estonio en la ronda de clasificación para esta competición continental y claro 66-84 en la cancha del Kutaisi en la cita de la primera jornada de este Grupo E.

Todo lo que es ilusión y confianza en el cuadro que dirige Martin Vanek (en la previa de su página web destacan que “nuestra invencibilidad será puesta a prueba por uno de los equipos más fuertes que jamás haya jugado en nuestro pabellón”) se ha convertido en dudas y necesidad de reconducir el rumbo en la escuadra vizcaina, que para esta cita no podrá contar con Justin Jaworski. Mientras sus compañeros, con el canterano Bingen Errasti también convocado, ponían el domingo rumbo a la República Checa desde Barcelona, el escolta estadounidense viajó a Bilbao para someterse a pruebas médicas que diagnosticarán la gravedad de la lesión sufrida en su rodilla izquierda tras una penetración a canasta cuando quedaba menos de un minuto para la finalización del duelo contra la Penya.

Pólvora estadounidense

En teoría, el Surne Bilbao Basket debería ser capaz de imponer su mayor nivel competitivo y riqueza de plantilla ante un conjunto checo que basa su juego ofensivo en la velocidad de sus transiciones y en la capacidad para sumar puntos de dos de sus jugadores estadounidenses (Ross Williams, base de menos de 1,80 metros que en las dos campañas anteriores militó en el Friburgo, y Jacob Groves, ala-pívot con buena mano desde la línea de 6,75 reclutado de los Sheffield Sharks), con el tercero, Kevin Kalu, recién salido de la Universidad de Texas-El Paso, intentando hacerse valer cerca del aro y aportando rebote junto al local Adam Kejval.

Jaume Ponsarnau es muy consciente de la importancia del choque y afirmó este lunes que “venimos a jugar contra un equipo que viene rodado, con mucha anotación de sus jugadores americanos y también talento y tamaño de sus jugadores locales. Va a ser un partido exigente”. Sin embargo, el técnico catalán reconoció que “el reto más importante es pasar página al desastre del último partido. Estamos enfadados y nos gustaría redimirnos haciendo un buen partido”.

Elogios

Por su parte, Patrik Sarna, segundo entrenador del Basket Brno, destacó que “es posible que nunca se haya disputado un partido como este a nivel de clubes en Brno y si queremos tener éxito tenemos que jugar nuestro mejor baloncesto y hacerlo con valentía y agresividad, luchando por cada balón durante los cuarenta minutos. El Bilbao Basket propone un juego muy rápido y colectivo. No retiene el balón durante mucho tiempo y gracias a su amplia rotación puede ejercer una presión constante en defensa, de la que se beneficia con rápidas transiciones en ataque”.