La indigesta visita anual del Bilbao Basket al Buesa Arena

A la temporada del Surne Bilbao Basket le faltan únicamente dos encuentros para la bajada definitiva de su telón, que acontecerá el viernes de la próxima semana en Miribilla recibiendo al Barça. Anteriormente, los de Jaume Ponsarnau tendrán que afrontar una de esas salidas que curso tras curso se le atragantan al conjunto vizcaino, no en vano visitará al Baskonia en el Buesa Arena (sábado, 18.00), escenario en el que en 18 visitas en temporada regular de la Liga Endesa únicamente ha salido vencedor en una ocasión, aquel ya muy lejano 2 de diciembre de 2007 en el que los entonces entrenados por Txus Vidorreta, que fue expulsado acabando al frente del banquillo visitante el actual director deportivo de la entidad de Miribilla, Rafa Pueyo–, se impusieron en un final igualadísimo por 78-80. Desde entonces, se han sucedido 16 derrotas de manera consecutiva, catorce en temporada regular y dos en eliminatorias por el título, para un balance total de 19-1.

No parece el de este año el ecosistema más propicio, ni mucho menos, para romper esta negativa tendencia. El conjunto alavés se encuentra en plena lucha por asegurarse una plaza de play-off y, a ser posible, mejorar posiciones de cara a las eliminatorias, mientras que los de Jaume Ponsarnau tienen ya los deberes hechos y han llegado a este tramo final de la campaña muy justos desde el punto de vista del físico, con Tryggvi Hlinason y Malcolm Cazalon causando baja por lesiones y un puñado de jugadores notablemente castigados. Mientras los anfitriones han ganado cinco de sus últimos siete compromisos, los hombres de negro solo han sido capaces de sacar adelante uno de los últimos seis, el que sirvió para atar matemáticamente la permanencia ante el Leyma Coruña. Además, su última victoria lejos del Bilbao Arena data del 28 de diciembre del año pasado, encadenando desde entonces nueve resultados contrarios a sus intereses.

En los últimos ejercicios, al conjunto vizcaino le ha costado muchísimo incluso ofrecer una versión batalladora en sus visitas al Buesa Arena. De hecho, en sus ocho visitas más recientes a la cancha gasteiztarra –en el 2019-20 no se produjo por la interrupción del curso por el covid y en el anterior el conjunto vizcaino militó en LEB Oro– todas sus derrotas se han producido por doce o más puntos. El pasado curso, en el que era su segundo encuentro liguero, salió derrotado por un contundente 92-72 en un choque que llegó ya decidido a sus últimos diez minutos (67-47). Hace dos, el 100-78 final habló también por sí mismo con un esclarecedor marcador de 51-27 en el ecuador del choque. En la visita de la campaña 2021-22 tampoco hubo mucho que hacer ante en 101-86 con el que se resolvió el encuentro aunque en un momento del tercer cuarto, tras el 50-37 al descanso, los visitantes llegaron a acercarse hasta un inquietante 63-59 que para su desgracia acabó siendo un mero espejismo. Un ejercicio antes, 82-68 como resolución final, la cita estaba ya muy decantada a favor de los anfitriones merced al 50-30 en los primeros compases del tercer cuarto.

Arrancar éxitos de las canchas de los equipos que suelen moverse en la zona noble de la tabla es cada vez más difícil para los modestos, pero Ponsarnau y los suyos deben buscar la versión más competitiva que su reserva de energía permita para poder optar a dar la sorpresa.