“Lo primero que tenemos que tener claro es que se puede. En Miribilla, con nuestra gente, podemos ganar por más de 19 puntos”. Ese es el mensaje que ha querido trasladar este martes Jaume Ponsarnau desde la sala de prensa del Bilbao Arena de cara el encuentro de vuelta de este miércoles (20.00 horas) de los cuartos de final de la FIBA Europe Cup contra el Legia Varsovia, en el que su Surne Bilbao Basket tendrá la complicadísima misión de remontar el 83-64 registrado en el duelo disputado en tierras polacas.

Sin Xavi Rabaseda, que todavía no tiene el alta médica, con jugadores que en el partido del domingo en Granada atravesaban por “algún proceso gripal y molestias físicas” y con la incógnita de la identidad del segundo descarte junto a Georgios Tsalmpouris, el entrenador catalán citó varias claves para poder completar una remontada jamás vista en esta competición, pero por encima de todas destacó una: la energía.

“Tenemos que preparar al equipo para identificar las cosas que tenemos que hacer. Primero, jugar con la máxima energía. Lo segundo, el partido de ida nos enseñó muchas cosas a nivel defensivo que podemos mejorar porque sabemos hacerlas. Y tercero, tenemos que jugar con determinación en ataque, correr cuando se pueda para generar puntos y encontrar en los jugadores la máxima convicción”, resumió.

LA NECESIDAD DE ARRIESGAR

Para opositar a la campanada, Ponsarnau es consciente de que tanto él como los jugadores tendrán que asumir riesgos, aunque evidentemente controlados. En su caso, a la hora de realizar la convocatoria. En el choque disputado en tierras polacas, se quedó fuera un Kristian Kullamae cuyos puntos serán esta vez imprescindibles, por lo que es probable que de cara a esta contienda el descarte afecte a otro perfil de jugador y a otra posición. “El riesgo va a ser uno de los parámetros, pero lo importante es contar con jugadores que nos aporten energía”, apuntó.

En este sentido, reconoció que uno de sus temores es que los jugadores puedan tener la tentación de buscar heroicidades individuales a la hora de luchar por la remontada: “Es un peligro, cierto, pero también estamos en una situación en la que habrá que asumir algunos riesgos. Será importante que los jugadores busquen un equilibrio entre mostrar carácter para ayudar al equipo pero sin olvidar que este es un deporte en el que lo importante es el colectivo”.

MOSTRAR CARÁCTER

Dentro de su guión de partido, “tenemos que intentar jugar con energía desde el primer segundo, tratar de aprovechar todos los buenos momentos y saber vivir con los malos que puedan surgir en el camino. Que nadie intente ser el héroe por sí mismo, aunque necesitamos el carácter de todos los jugadores. Es un partido a vida o muerte en el que tendremos que mostrar carácter. El otro día en Granada estábamos bastante mermados físicamente pero acabé satisfecho con la mentalidad mostrada por el equipo”.

No cabe duda de que uno de los parámetros a mejorar con respecto al encuentro de ida es lo referente a la efectividad en ataque, pues el 1 de 19 en triples fue una tremenda losa. En ese sentido, jugadores como Adam Smith o Keith Hornsby, desacertados en los últimos compromisos, deberán dar un paso al frente y el resurgir de Álex Reyes el pasado domingo en Granada, con 29 puntos y ocho triples para alcanzar el galardón de MVP de la jornada en la Liga Endesa, supone una muy buena noticia. “Lo es porque nos dio opciones de ganar ese encuentro y porque sumamos a un muy buen Álex. A ver si somos capaces de encontrarle como lo hicimos en Granada y, si no ocurre, él sabe que puede ayudar al equipo de muchas otras formas”, destacó Ponsarnau.

El Legia Varsovia, por su parte, llega a esta cita tras perder por quince puntos en casa ante el Trefl en su último compromiso liguero. Contra el Surne Bilbao Basket ya demostró que se trata de un equipo capaz de encontrar puntos con solvencia aunque sus referentes exteriores, Loren Jackson y sobre todo Christian Vital, no estén especialmente acertados. En aquel choque, Aric Holman anotando triples desde la posición de ‘cuatro’ abierto, Ray Cowels saliendo del banquillo, Josip Sobin y Marcel Ponitka supieron hacerse importantes.

Además, se trata de un equipo que acostumbra a no caer en la frustración cuando se ve por debajo en el luminoso. “Contra el Sporting si no llegaron a estar 19 abajo estuvieron 17 y acabaron ganando el partido por mucho. Tiene jugadores que a pesar de que no encuentren su baloncesto saben aprovechar sus momentos buenos. Tienen talento. En el choque de ida las individualidades las defendimos bastante bien, pero como equipo estuvimos mal”, analizó Ponsarnau.

EL FACTOR MIRIBILLA

El entrenador catalán espera que el factor ambiental pueda jugar también un papel importante en el intento de remontada. “De Miribilla espero mucho. Ojalá que la gente tenga ganas de sumarse a esta historia, a creer que podemos lograrlo juntos. Ojalá mañana nos reencontremos con nuestras mejores sensaciones”, deseó.