El Bilbao Basket quiere llegar al parón de la Liga Endesa con una victoria que sería muy valiosa en la lucha por la permanencia. Todas lo serán a partir de ahora y por eso cada cita en Miribilla, donde el calendario no es sencillo, está señalada como una oportunidad de seguir sumando. Hoy llega el Valencia Basket, un rival sobrado de recursos incluso ahora que las lesiones reducen las opciones de elegir para Alex Mumbrú. Hoy serán bajas el getxotarra Xabi López-Arostegui, Brandon Davies y Boubacar Touré y uno de los tres extracomunitarios tendrá que quedarse fuera, probablemente Jared Harper.

El equipo taronja jugará la semana que viene la Copa, pero su técnico advierte de que “hay que abstraerse de ello porque la mejor manera de preparar la Copa es hacer un buen partido en Bilbao, donde no nos lo van a poner fácil”. “Tendremos que estar concentrados, estar preparados para aguantar lo que nos vamos a encontrar allí y con la afición apretando todo el partido. Tendremos que hacer un partido serio”, añade Mumbrú.

Los hombres de negro ya se impusieron en la primera vuelta en la Fonteta, en la que fue su última victoria fuera de casa y con Melwin Pantzar como jugador más valioso de aquella jornada, y saben que van a necesitar aquella versión para lograr la tercera victoria seguida ante los taronjas en Miribilla. Jaume Ponsarnau espera que su equipo pueda igualar el nivel físico del Valencia Basket y encuentre el acierto necesario para derribar a un rival que es muy fuerte en el rebote. Por su parte, el Bilbao Basket va a tener que estar muy fino en defensa porque varios jugadores visitantes van a tratar de generar ventajas en el poste bajo y en ataque puede sacar ventaja cerca del aro de la ausencia de los cincos de Mumbrú.

El choque de hoy debe servir para comprobar, como se intuyó ante el Balkan, que algunos jugadores del Bilbao Basket no están perdidos definitivamente en combate, aunque la nueva configuración de la plantilla haya alterado los roles. En este sentido, se espera aún una mayor aportación de Hornsby, que está en fase de adaptación y debe encontrar su sitio en el equipo, sobre todo en la parcela defensiva. En ataque su papel suele ser el de agitador, pero debe encontrar más poso y la pausa de dos semanas deberá ayudarle a entender mejor lo que se espera de él.