El Surne Bilbao Basket puede dar hoy un importante paso adelante si consigue vencer al Gran Canaria. El día y la hora provocarán que en Miribilla haya muy buena entrada para tratar de superar a un rival que quizás no tenga tanto nombre como otros, pero que ha empezado la temporada a muy buen nivel. De hecho, los canarios marchan con solo dos derrotas, igualados con el Real Madrid y el Barça. No es casualidad ya que, como dice Jaume Ponsarnau, “es un equipazo, muy bien hecho, sólido, equilibrado y sin fisuras y con muchos focos de anotación”.

Por tanto, el Bilbao Basket deberá emplearse con la intensidad que no tuvo el pasado miércoles ante el Igokea porque Ponsarnau cree “necesario” que su equipo se haga fuerte en Miribilla. “El público nos va a ayudar, pero nosotros tenemos que poner de nuestra parte y jugar duro y con energía”, expone el técnico de Tàrrega, que recupera a Hakanson para completar de nuevo la pareja de bases con Radicevic. “Estoy bien, pero aún me falta ritmo. Ha sido duro estar un mes fuera, pero lo importante es que nadie ha perdido la motivación por mejorar. Al fin, estamos todos y vamos a intentar dar un paso al frente”, comenta el serbio, que se medirá a uno de sus exequipos.

También Rabaseda jugó cinco temporadas con gran éxito en el Gran Canaria y, en ese sentido, el partido verá caminos cruzados ya que con los amarillos vuelven a Bilbao, además del entrenador Jaka Lakovic, el escolta Jovan Kljajic, que estuvo cedido el curso de la pandemia, y, sobre todo, Damien Inglis, uno de los artífices de la gran campaña pasada del Bilbao Basket, que no pudo llegar a las pretensiones del ala-pívot francés. Pero eso no quita para que se deba reconocer su gran aportación.