En los banquillos de Miribilla se sentarán hoy el actual entrenador del Bilbao Basket y uno de los nueve que lo han dirigido en la Liga Endesa y que podía haberlo sido de nuevo esta temporada. Jaka Lakovic (Liubliana, 4-7-1978) fue el elegido por el club vizcaino para sustituir a Álex Mumbrú y el acuerdo entre las partes estuvo muy cerca, pero el Gran Canaria, que también buscaba nuevo inquilino para su banquillo, ofreció al esloveno condiciones que consideró mejores y el Bilbao Basket contrató al final a Jaume Ponsarnau. De momento, las dos elecciones parecen acertadas y ambos equipos se miden con balances mejores que los que exhibían la pasada temporada a estas alturas.

Lakovic es uno de los entrenadores jefe de la ACB que tienen un pasado como jugadores de élite como Mumbrú, Jasikevicius, Peñarroya y Mrsic y otros muchos que están como ayudantes y su trayectoria apunta a acabar en uno de los clubes importantes de Europa, esos que ya conoció en su etapa como base de primer nivel. Sus primeros pasos como entrenador los dio siendo asistente en el filial del Barça B, donde coincidió como técnico y jugador con Ludde Hakanson y Emir Sulejmanovic, y en la temporada 2017-18 se incorporó al Bilbao Basket como ayudante de Carles Duran. El transcurso de la temporada, con las destituciones del técnico catalán y luego de Veljko Mrsic, le llevaron a hacerse cargo del equipo en una situación límite, con el equipo roto y en una prolongada caída libre que acabó en el descenso. Lakovic dirigió los últimos cuatro partidos ante el Obradoiro, el Baskonia, el Murcia y el Burgos y no pudo ganar ninguno, pero su trabajo hizo pensar que de haber llegado antes al cargo quizás las cosas podían haber sido distintas.

No pudo hacer el milagro, pero el caso es que el técnico esloveno dejó buen recuerdo en Miribilla en todos los aspectos. El curso siguiente se incorporó al Joventut, otra vez como ayudante de Duran, hasta que en 2019 decidió volar solo y aceptar la oferta del Ratiopharm Ulm donde su trabajo convirtió al equipo alemán en un grupo respetado, aguerrido y que practicaba un buen baloncesto y con fama de desarrollar muy bien a los jugadores jóvenes. En las agendas de las direcciones deportivas de Europa el nombre de Jaka Lakovic empezó a sonar con fuerza y su arranque con el Gran Canaria confirma las expectativas. Los insulares practican una defensa intensa que cierran dos cincos de más de 2,10 metros y en ataque cuenta con muchos recursos que el técnico logra explotar con mucho equilibrio.

“Tenemos que ser conscientes de que va a ser un partido complicado porque el Bilbao Basket, con su gente en Miribilla, va a jugar duro”, advirtió ayer Lakovic, que cree que los hombres de negro forman “un buen equipo, equilibrado, que juega muy estructurado. Saben a qué quieren jugar y cómo jugar y están bien entrenados”. Pudo ser él ese buen entrenador, pero este pasado verano eligió otro camino que no pasaba por Bilbao.