El partido entre el Surne Bilbao Basket y el Breogán suspendido el pasado domingo sigue coleando, con versiones contradictorias en función de qué lado de la polémica provengan y a la espera de lo que decida el Juez Único de Competición de la Federación Española sobre posibles sanciones y sobre la fecha en que debe recuperarse el choque, siempre antes de que acabe la primera vuelta. En este sentido, no debería haber problemas ya que ninguno de los contendientes disputa competición europea y su calendario dispone de todas las semanas libres.

Por su parte, la ACB, responsable última de la suspensión del encuentro, no se ha manifestado al respecto ni ha aclarado la razón de que se no diera más tiempo a los operarios del Bilbao Arena para tratar de encontrar alguna solución y disputar el partido el domingo, aunque fuera más allá del horario programado.

El Bilbao Basket sufrirá un perjuicio económico importante ya que tendrá que asumir una multa económica como responsable último de la organización del partido, correr con los gastos de desplazamiento del equipo lucense y del equipo arbitral en la nueva fecha y devolver el importe de las entradas vendidas, algo que ya ha empezado a hacer. Esto supone también perder la taquilla del partido suspendido, que era la más importante de la temporada hasta la fecha por la presencia de casi 500 seguidores llegados desde Lugo.

Por estas razones, el club bilbaino emitió una nota aclaratoria de algunas de las incidencias, todas relacionadas con la tecnología, que se produjeron. Por un lado, el Bilbao Basket asegura que en el amistoso que disputaron los hombres de negro ante el Iraurgi el pasado miércoles y en los entrenamientos de los dos equipos el sábado se probaron todos los aparatos e instrumentos electrónicos y funcionaron correctamente. El problema estuvo en uno de los dados de cuatro caras que encima de las canastas informan del tiempo de partido y de la cuenta de posesión. El club comunica que ese aparato "fue revisado por parte del proveedor oficial de la competición el 29 de septiembre de este año a instancias del Bilbao Basket" ya que había dado problemas en el partido de la segunda jornada ante el Zaragoza y que posteriormente "el 18 de noviembre la ACB realizó una revisión rutinaria, ambas sin incidencias".

Según la entidad bilbaina, "en las horas previas al encuentro y al conectar la consola de silbato comenzaron los problemas de conectividad" que provocaron una serie de fallos en cadena. "Al tratar de dar solución a los mismos se produce la afección del aparato automático que aplica los 24 segundos y se tomó la decisión de sustituir el elemento dañado por otro que existía en el pabellón El contratiempo más importante surge a las 19.30 horas cuando la sincronización de las luces de posesión y partido provocó que el sistema ardiera", añade la nota.

El Bilbao Basket trató de dar con una última solución que era "disputar el partido usando aparatos de una sola cara de 24 segundos. Los árbitros explicaron la alternativa a los entrenadores de ambos equipos, sin alcanzarse consenso". Este párrafo contradice la versión del Breogán, que asegura que siempre intentó jugar el partido. En todo caso, informaciones que llegan de Lugo hablan de que el club gallego confía en que le den el partido por ganado, lo que no resulta coherente con la postura de querer jugarlo y contrasta con un episodio igual que el propio Breogán sufrió en el primer partido de la campaña 2018-19 ante el Joventut y que fue resuelto con la disputa del choque en otra fecha.

15 de diciembre. La primera opcion es disputar el partido el proximo miércoles, lo que le haría coincidir con el partido de la Eurocup entre el Lointek Gernika y el Mersin.

22 de diciembre. La segunda posibilidad es jugar el duelo suspendido en el día de Santo Tomás, el mismo en que el Athletic se enfrentará al Real Madrid en San Mamés.

9 de enero. Es cuando concluye la primera vuelta, por lo que no existen más semanas disponibles ya que ya hay jornadas previstas para el 29 de diciembre y el 3 de enero.