El Surne Bilbao Basket-Breogán con el que los 'hombres de negro' debían retomar ayer la competición en la Liga Endesa tras el parón provocado por las ventanas FIBA tuvo que ser finalmente suspendido como consecuencia de la avería del reloj de posesión de 24 segundos ubicado en una de las canastas del Bilbao Arena. Estaba previsto que el encuentro diera comienzo a las 20.00 horas de la noche y la suspensión oficial por parte de la ACB se produjo unos diez minutos después, para monumental enfado de las dos aficiones, con presencia de unos 500 espectadores procedentes de Galicia que habían viajado para animar al conjunto lucense.

Ya en el calentamiento de ambos equipos quedó constatado que el 'cubo' de la canasta en la que realizaba tiro el Breogán, el marcador que refleja el tiempo general y el de posesión, no funcionaba correctamente. Tampoco lo hacía el de sustitución, dejando clara la existencia de problemas técnicos con algún elemento electrónico de la instalación, que en la noche del viernes acogió una multitudinaria velada de boxeo. Antes de las 20.00 horas, se anunció por megafonía que la contienda iba a arrancar con retraso para tratar de solucionar el problema. Los jugadores locales se dedicaron a realizar estiramientos, los visitantes optaron por hacer tiro; el trío arbitral, compuesto por Fernando Calatrava, Vicente Bultó, y Joaquín García González, reunió a Álex Mumbrú y Paco Olmos para explorar alternativas... y finalmente llegó la decisión de la ACB de suspender el partido. Los alrededor de 7.000 aficionados recibieron la noticia con una sonora pitada y lógicos gritos de protesta ante lo bochornoso de la situación.

Tras la suspensión, llegó el momento de los comunicados. La Liga Endesa anunció que la decisión se fundamentó en la “imposibilidad de subsanar los problemas técnicos existentes para la visualización de uno de los relojes de posesión de 24 segundos”. Por su parte, el conjunto vizcaino reaccionó ante este mensaje puntualizando que “debido a un problema técnico ajeno al Bilbao Basket, el Comité de Competición de la ACB ha decidido suspender el encuentro. El Bilbao Basket ha intentado en todo momento poner todo de su parte para que se disputara. Por nuestra afición y por la de Lugo”. Según fuentes conocedoras del proceso que transcurrió entre la detección de la avería y la suspensión del duelo, la ACB concedió en primera instancia a los equipos la posibilidad de jugar con el marcador estropeado, a lo que los visitantes se negaron. Entonces, el club anfitrión puso sobre la mesa la alternativa de traer uno de los relojes de pista desde el pabellón de La Casilla, posibilidad que tampoco satisfizo a los lucenses, tomando finalmente la ACB la decisión de que el choque no se disputara.

POSIBLES SANCIONES

A partir de ahora, el club vizcaino queda a la espera de las posibles consecuencias en forma de sanciones que puedan derivarse de esta suspensión. En el artículo 51 del Reglamento de Competiciones de la ACB se recoge la posibilidad de suspender un partido por “la no disponibilidad de instalación de juego o no cumplir esta con las condiciones o elementos técnicos necesarios para su correcto desarrollo”. Entonces, se da traslado al Juez Único de Competición de la Federación Española de Baloncesto para que “resuelva si procede sancionar con la pérdida del partido o si este ha de celebrarse o reanudarse en otra fecha, de acuerdo con lo previsto por el Reglamento Disciplinario de la FEB”. En el artículo 45 del mismo, se considera infracción grave “el incumplimiento de las disposiciones referentes a los terrenos de juego y elementos técnicos necesarios cuando motiven las suspensión del encuentro y su no celebración”, con sanciones que pueden ser de “multa de 600 a 3.000 euros y/o pérdida del encuentro”.

No es la primera vez en la historia reciente de la ACB en la que una avería así lleva a aplazar un partido. Le ocurrió al propio Breogán como anfitrión en septiembre de 2018, en el duelo de su regreso a la liga tras doce años en la LEB. Esa cita contra el Joventut se disputó finalmente un mes después. En la cuarta jornada del presente curso, el Burgos-Andorra se retrasó una hora por un problema similar. Ayer, la decisión de la suspensión se tomo con mucha mayor premura, algo que disgustó al Bilbao Basket, que considera que no le dejaron agotar todas las alternativas para evitarlo.