A tercera victoria del Surne Bilbao Basket tuvo un protagonista destacado, Ludde Hakanson, y un dato estadístico bastante llamativo: el equipo acabó solo con seis asistencias, una cifra escasa para haber logrado 80 puntos. Esto quiere decir que por la defensa del Obradoiro los hombres de negro no encontraron la manera de circular el balón y que, por tanto, hubo que buscar las maneras de anotar en soluciones más individuales. Y en esto destacó el sueco, que fue el más clarividente para detectar las ventajas y los espacios y, además, lo acompañó con acierto al lograr cuatro triples de seis intentos.

La mitad de los pases de canasta del Bilbao Basket y una de esas asistencias fue la que precedió al triple de Valentin Bigote que dejó el partido casi resuelto a 27 segundos del final. El desenlace del partido rubricó la importancia que está teniendo el jugador escandinavo en los planes de Álex Mumbrú, algo con lo que no se contaba. El fichaje de Rafa Luz suponía descargar de responsabilidad en la dirección del juego a Hakanson, que en teoría iba a ser el relevo de Andrew Goudelock con un perfil más de generador y anotador secundario. El sueco lo pasó mal la pasada temporada porque entre el covid y las lesiones no logró cogerle el punto al equipo, pero metió muchas horas en verano y las sigue metiendo y ahora mismo es el jugador en mejor forma del equipo, que nota positivamente su presencia en cancha en las dos mitades del campo.

En las tres victorias del Bilbao Basket hasta ahora, Ludde Hakanson promedia 25 minutos de juego para 15 puntos con excelentes porcentajes de tiro y 3,7 asistencias. Además, en esos tres partidos, resueltos por márgenes estrechos de menos de diez puntos, el sueco ha estado en pista más de seis minutos de los últimos cuartos y ha firmado otras acciones decisivas, como el triple que decidió el choque ante el San Pablo Burgos. En el global de la temporada, es el jugador con más asistencias entre los hombres de negro, por delante de los dos bases principales, y por ello el técnico hace coincidir a tres pequeños en varios momentos de los partidos. Lejos de perder incidencia, el base-escolta de Estocolmo juega lo mismo que el curso pasado, aunque ha mantenido y elevado todos sus promedios, bordea los diez puntos por choque y, sobre todo, ha mejorado muchísimo en su toma de decisiones, de ahí que en los minutos críticos tenga el balón en sus manos.

Mumbrú siempre ha querido contar con varios focos ofensivos para que su equipo no sea previsible, pero de momento está faltando cierta fluidez en la circulación, algo que pudo costar caro tras el priumer cuarto del duelo ante el Obradoiro. No en vano, el Bilbao Basket es el segundo equipo de la Liga Endesa que menos asistencias reparte, solo por delante del Real Betis, con 13,1. El técnico dijo que las asistencias son consecuencia del juego y en parte es así porque los bajos porcentajes de los hombres de negro en tiros de dos y tiros libres influyen en ese dato. A la espera de que el Bilbao Basket mejore sus automatismos, aunque ahora haya que recolocar las piezas por las bajas y las lesiones, Ludde Hakanson ha dado un claro paso al frente.

Lesión de goudelock

rotura parcial en un tendón

Pronóstico incierto. Andrew Goudelock sufre "una rotura parcial distal del tendón delgadito plantar con edema adyacente en la unión miotendinosa medial del músculo sóleo de su pierna izquierda", según comunicó ayer el Bilbao Basket en un parte médico en el que no se concretan los plazos de recuperación a la espera de la evolución de la lesión, aunque el jugador estadounidense está descartado para el duelo del sábado en Valencia. Goudelock se lesionó a poco más de dos minutos y medio del final del partido ante el Obradoiro al acudir a puntear un tiro de Muñoz. Inmediatamente, el jugador pidió el cambio y aunque trató de volver a la cancha su cojera era evidente. Si su ausencia se prolonga, el club deberá acudir al mercado ya que Goudelock es el máximo anotador del equipo y el jugador más utilizado por el entrenador, que le utiliza casi 24 minutos por partido.

El de Estocolmo promedia 15 puntos y casi 4 asistencias en los triunfos del Bilbao Basket, con mucha presencia en cancha en los últimos cuartos