El esprint final del Bilbao Basket en la Liga Endesa vive hoy martes un nuevo episodio con la visita a Miribilla (18.30 horas) del Hereda San Pablo Burgos, flamante campeón de las dos últimas ediciones de la Basketball Champions League y de la Intercontinental. El conjunto vizcaino afronta el duelo en situación de necesidad extrema, aunque algo reconfortado por su trabajadísima victoria del pasado sábado ante el Urbas Fuenlabrada. Las cuentas de los de Álex Mumbrú de convertir en realidad: a día de hoy necesitan ganar dos de sus tres encuentros restantes (el de hoy, la visita al Real Madrid del jueves y el choque frente al Joventut del domingo en el Bilbao Arena), siendo obligatorio el pleno completo si el Movistar Estudiantes, el otro candidato al descenso, supera el viernes en casa al propio conjunto burgalés. Una derrota hoy martes ante los de Joan Peñarroya, que una vez clasificados para el play-off defienden su sexta plaza para evitar a Barça y Real Madrid en la primera ronda de las eliminatorias por el título, provocaría que los hombres de negro en la pugna por la permanencia.

Mientras que Mumbrú expresaba ayer lunes su deseo de poder recuperar “lo máximo en el apartado físico” a los suyos tras el esfuerzo del sábado y la inactividad previa por el covid-19, cuyas secuelas fueron especialmente visibles en Ondrej Balvin, el Burgos ha podido descansar y preparar sin grandes sobresaltos la cita de hoy pues no juega desde que conquistara hace nueve días en tierras rusas su segunda BCL. El técnico de los hombres de negro destacó ayer martes el notable ejercicio que está realizando su contrincante y su profundidad en cuanto a recursos humanos. “Son un gran equipo, con dos bases que son de los mejores de la liga como Omar Cook y Alex Renfroe, dos doses como Vitor Benite y Thad McFadden que pueden romper el partido en cualquier momento, Miquel Salvò y Xavi Rabaseda pueden jugar interior y defender, mientras que por dentro cuentan con Ken Horton, Jordan Sakho, Dejan Kravic, Jasiel Rivero... Es un equipo muy compensado y competitivo en el que los bases dirigen muy bien y juegan a su son. Va a ser un partido complicado”, desgranó. Teniendo en cuenta los problemas de los anfitriones a la hora de defender uno contra uno a los bases y escoltas rivales para que no acaben las jugadas a placer anotando a un palmo del aro o asistiendo a los interiores, atar en corto a esa peligrosísima línea exterior se antoja vital.

El inquilino del banquillo de Miribilla es plenamente consciente de que otro de los factores decisivos de cara a esta contienda radicará en el apartado físico, donde el rival parte en teoría con ventaja. “El Burgos va a jugar físico y tendremos que estar a su nivel”, destacó, dejando claro que “la línea a seguir es la de la victoria. Tendremos que hacer un partido muy serio y completo y esperar que ellos no estén muy acertados. Cuando Benite, Renfroe o McFadden se ponen en racha, todo se complica. Debemos explotar nuestras virtudes y que ellos no jueguen cómodos”. Mumbrú, que hoy tendrá que realizar un descarte, expresó su deseo de que “la positividad que siempre da ganar” sirva de impulso a los suyos pese al lógico cansancio que arrastrarán “por el partido del sábado frente al Fuenlabrada, que fue duro”.

Acostumbrado a jugar finales desde hace muchas semanas con dispar fortuna, el Bilbao Basket afronta hoy martes una nueva. En caso de triunfo, la presión sobre el Estudiantes aumentaría. Si pierde, su futuro dejará de estar en sus manos.

“El Burgos va a jugar físico y tendremos que estar a su nivel, va a ser un partido complicado”

Entrenador del Bilbao Basket