"Si no pensáramos que la situación es remontable, lo dejaríamos todos aquí, yo y los jugadores. Está claro que es difícil, no hay que negar lo obvio, pero cada partido es una nueva oportunidad". El Bilbao Basket, en palabras de Álex Mumbrú, trata de aferrarse a la vida en su complicadísima misión de lograr la permanencia en la Liga Endesa. Ni las sensaciones, ni el durísimo calendario que tiene por delante, ni su situación clasificatoria (penúltimo, a dos triunfos de su objetivo) invitan al optimismo, pero los hombres de negro quieren jugar sus cartas hasta el final. Su esprint final de siete encuentros arranca hoy miércoles con un examen de dificultad máxima, la visita (21.15 horas) a un Lenovo Tenerife convertido en el primer perseguidor de ese eterno dúo de cabeza que forman Real Madrid y Barça en la tabla clasificatoria y que entre Liga Endesa y Basketball Champions League solo suma dos derrotas en el Santiago Martín.

El conjunto vizcaino está obligado a hacer saltar la banca. Es sabido que todavía no ha logrado ningún triunfo durante el presente curso ante rivales del top-11 de la clasificación, pero la permanencia pasa de manera imperativa por fulminar esa horrible dinámica. El conjunto que dirige Txus Vidorreta, con el mejor ataque de la competición (88 puntos por cita), el pulso más certero desde la línea de 6,75 y esa conexión enormemente dañina que forman el eterno Marcelinho Huertas y Giorgi Shermadini, jugador más valorado de la liga, no parece el rival más asequible, pero ya no hay red de seguridad como para reservar munición.

En el equipo vizcaino que comparecerá hoy en el feudo canario volverá a haber un rostro novedoso, pues Jonathan Rousselle se perderá lo que resta de temporada por una tendinopatía en su Aquiles derecho que le podría llevar incluso a pasar por el quirófano. "Llevaba bastantes semanas con dolor. Estábamos intentando recuperarle, pero desde hace un mes en los partidos a veces nos pedía el cambio y luego no podía salir. Eso nos estaba lastrando porque teníamos que alargar rotaciones, lo que no era bueno para el equipo. Ha llegado un momento en el que no podía más", reconoció ayer martes Mumbrú. En su lugar ha llegado Ioannis Athinaiou, que ha viajado con sus nuevos compañeros y podría debutar hoy mismo. "Es un jugador veterano, experto. Sabe lo que es jugar en equipos de alto nivel. Es un buen jugador de pick and rollNos puede ayudar en el control del equipo", dijo ayer sobre el veterano base griego su nuevo entrenador, destacando tanto su capacidad de anotación como su dirección de juego.

El técnico catalán reconoció que la situación negativa puede hacer mella en el plano mental, por lo que "es importante que el grupo se crea que estamos capacitados para sobreponernos a estas situaciones. El otro día en Málaga tuvimos 32 buenos minutos de baloncesto". Y sobre el duelo de hoy, tiene claro el potencial del rival y lo que debe ser imprescindible para ser competitivos: "Tienen muchos focos que hay que controlar, a ver si la manta nos da para tapar todo. Son el mejor ataque de la liga y nosotros no somos una de las mejores defensas. Hay que empezar por ahí".