En los equipos que se encuentran en estado de ansiedad, que sienten la presión de tener que ganar porque la soga de las derrotas cada día aprieta más, los problemas surgen en los momentos más insospechados. Le ocurre al Bilbao Basket, caído a puestos de descenso en la Liga Endesa tras perder el martes en Burgos y ganar el Betis en Málaga. Llevaban los de Álex Mumbrú un partido muy aseado en el Coliseum, notable por momentos. Habían gobernado el primer cuarto con ventajas de hasta nueve puntos y en el segundo habían resistido el despertar triplista del rival. Faltaba minuto y medio para el descanso y el marcador señalaba equilibrio total. 42-42. Y, de repente, el sopapo que ya no tuvo vuelta atrás.

Sirvan esos 90 segundos previos al ecuador de la contienda como ejemplo de lo que le ocurre al equipo vizcaino en esas desconexiones que empiezan a ser ya marca de la casa. Parcial abrumador de 9-0 con algún error de bulto como una pérdida de saque de fondo y obligación durante toda la segunda parte de tener que remar en contra de la corriente. Y, como siempre, lo intentaron los hombres de negro, pero sin la constancia, el físico ni el armamento suficientes para darle la vuelta al marcador. Se acercaron (53-51), se alejaron (65-55), se volvieron a acercar (70-64) y acabaron claudicando ante un anfitrión que tuvo en el triple su arma principal. Tras arrancar con un horrible 1 de 7, acabó con un magnífico 16 de 33, con Ken Horton, Vitor Benite, Thad McFadden y Jasiel Rivero como brazos ejecutores y Omar Cook repartiendo diez asistencias. Entre los visitantes, los 33 puntos anotados entre Jonathan Rousselle y Jaylon Brown y la actividad de Regimantas Miniotas cerca del aro fueron insuficientes.

El Bilbao Basket arrancó entonado. Dos triples de Brown y las penetraciones de Zyskowski dieron las primeras ventajas a los visitantes. Los de Peñarroya igualaron aprovechando un par de dos más unos y dos pérdidas de Dos Anjos, pero tras el intercambio de golpes fue la propuesta de los de Mumbrú, mucho más metidos en faena, la que salió triunfante. Acertados desde la larga distancia, serios atrás y dominando el rebote, los visitantes se impulsaron hasta el 13-22. El Burgos fue poco a poco ajustando sus engranajes, afinando muñecas con Benite y Cook y con solo dos minutos y medio disputados en el segundo cuarto la dinámica ya había cambiado: 25-24. El Bilbao Basket se aturulló en ataque con pérdidas y malos tiros y su producción de puntos cayó en picado. Un triple de Jenkins desconectó el parcial de 15-2 y mantuvo a los suyos cerca del rival, pero el Burgos carburaba ya a tope en la parcela triplista. Y cuando no eran triples, eran los dos más uno (cinco en los dos primeros cuartos). Trató de agarrarse al marcador el Bilbao Basket y lo logró a base de trabajo, llegando a igualarlo a 42, pero el socavón del minuto y medio previo al descanso dibujó un escenario muy complicado de voltear.

En la reanudación, el equipo visitante reactivó su energía y con Miniotas haciendo daño al poste firmó un 2-9 que le acercó hasta el 53-51. Sin embargo, la capacidad de hacer jugar a sus compañeros de Cook, que además anotó dos triples, sacó del atolladero al Burgos. El 65-55 a 4:10 de acabar el tercer cuarto amagó con expulsar del partido a los hombres de negro, que sorprendentemente resistieron sobre el alambre gracias a cinco puntos seguidos de Kljajic. Un par de canastas tras rebote ofensivo permitieron a los de Peñarroya recuperar la ventaja de dos dígitos (70-60) con el último acto ya en juego y el Bilbao Basket ya no tuvo respuesta. El Burgos elevó el tono físico, cerró a cal y canto su aro, salió al galope a la mínima oportunidad y la goma que llevaba tiempo haciendo el Bilbao Basket acabó por romperse pese a su esfuerzo por batallar hasta el final.

Dos más uno

1

Segundo cuarto. El Burgos recuperó el acierto en el triple y anotó 35 puntos en este parcial. Sin embargo, el Bilbao Basket consiguió mantener la mirada de su rival sin pestañear hasta el empate a 42 puntos, pero en el minuto y medio previo al descanso recibió un 9-0 que le hizo mucho daño.

2

Aminu. Sus números no fueron extraordinarios (seis puntos y cuatro rebotes en 16 minutos de presencia en cancha), pero ofreció consistencia en defensa y capacidad física en ataque. Mucho mejor que Goran Huskic, negado en su regreso a casa y con valoración final de -5.

3

Rivales directos. El Coosur Betis salió de las posiciones de descenso tras ganar en la prórroga en la cancha del Unicaja de Málaga un partido que tuvo en su mano resolver en el tiempo reglamentario. Por su parte, el Acunsa GBC, que visita el Bilbao Arena el próximo sábado, perdió en su pista ante un Baxi Manresa que controló bien la contienda.