BILBAO. El Bilbao Basket cierra el 2019 ante el UCAM Murcia en una cancha donde no acostumbra a sacar buenos resultados. Los hombres de negro buscarán hoy, a partir de las 18.00 horas, acabar con una racha de derrotas que comenzó en 2013. El conjunto vizcaino llega con todos sus efectivos disponibles y tendrá enfrente a un rival que no atraviesa su mejor momento, después de cosechar seis derrotas consecutivas y caer a la parte baja de la tabla. A pesar de estos antecedentes, Álex Mumbrú no se fía lo más mínimo de su próximo rival: “Ha tenido cuatro o cinco partidos controlados y se le han escapado por mala suerte o alguna decisión. Pero podían estar perfectamente con tres o cuatro victorias más. Es un equipo muy peligroso, que está bien entrenado y saben a lo que juegan. Será un partido duro”.Los resultados no acompañan últimamente al equipo entrenado por Sito Alonso, pero eso no quita que en su plantilla haya varios jugadores con mucha calidad. Entre ellos destaca Askia Booker, un anotador compulsivo capaz de superar la veintena de puntos una y otra vez. Los murcianos llegan necesitados y controlar las emociones será una de las claves del choque. “Nos vamos a encontrar con un Murcia con un plus de agresividad, lucha, entrega y sacrificio y competir contra un equipo que tiene ese nivel de intensidad es complicado. Nosotros tenemos que como mínimo igualar ese nivel”, comentó Mumbrú, que también espera encontrarse una afición “caliente”.

El partido de esta tarde será el último del año para el Bilbao Basket. Doce meses repletos de sensaciones contradictorias, con momentos críticos y pequeños brotes de un futuro esperanzador. “2019 ha sido muy importante para el club. Entró sumergido en una ley concursal y salió de ella. Entró en la LEB y hemos sido capaces de ascender, volver a la ACB y ser capaces de competir cada partido. Ha sido un año gratificante y tenemos que recordarlo como un año que nos dio impulso para seguir estando ahí”, apostilló Mumbrú, que espera que en el 2020 ese impulso positivo se mantenga.