Llegas a la noche agotada, con la energía justa para afrontar la recta final del día. Si madrugas, es probable que te des una ducha antes de acostarte y después de preparar cenas y de ultimar todo lo necesario para arrancar al día siguiente.

Justo cuando estás cruzando el umbral del baño, te ves reflejada en el espejo y te das cuenta de que antes de meterte en la ducha todavía tienes que desmaquillarte. Y te preguntas: ¿de verdad hace falta si ya casi no me queda ni maquillaje?, ¿no bastará con lavarme la cara y ya está?

Pues lo cierto es que, aunque es lo que más te gustaría oír en esos momentos, la respuesta es no. Y es que desmaquillarse no es solo una acción rutinaria de belleza, sino una forma de cuidar tu piel y como consecuencia a ti misma.

Seis razones para desmaquillarse

A continuación te ofrecemos seis motivos por los que nunca debes caer en la tentación de irte a la cama sin desmaquillarte aunque, en realidad, sea lo último que te apetezca.

1- Tu piel necesita respirar

Tu piel necesita estar libre de impurezas para activarse durante la noche. A lo largo del día está ocupada defendiéndose del maquillaje, la contaminación, el sol, el estrés... Pero al caer la noche se pone en modo reparación; elimina toxinas, renueva células y se regenera, pero si está cubierta de residuos, este proceso se verá entorpecido. Dejando que se oxigene, se retrasará la posibilidad de que aparezca la temida flacidez.

2- Previene brotes, puntos negros y poros obstruidos

Ese inoportuno grano antes de un gran día o esos puntos negros que se resisten a desaparecer son muchas veces consecuencia de dormir con maquillaje. Los restos de base, corrector o polvos taponan los poros, provocando brotes y una piel apagada. Con solo un poco de agua micelar y un algodón, puedes regalarle a tu piel una pausa y evitar que colapse.

Una mujer se aplica una mascarilla frente a un espejo.

3- Ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro

Aceptar que los años pasan no está reñido con querer que tu piel lo lleve lo mejor posible. Dormir con maquillaje impide que la piel se repare, acelera la oxidación celular y favorece la aparición de arrugas. El resultado será una piel más apagada, menos elástica y con apariencia más cansada de lo que realmente está. Desmaquillarte es como dejar a tu piel lista para que pueda descansar.

4- Tus productos funcionan mejor sobre la piel limpia

Tener una rutina de cuidado con buenos productos está genial, pero si la piel no está limpia, esos activos no penetran. Ni vitamina C, ni retinol, ni ácido hialurónico: todo se queda en la superficie si hay una barrera de sebo, maquillaje o polución. Una limpieza adecuada permitirá que tu piel aproveche al máximo toda la ayuda externa que le proporcionas.

5- Cuidas tu microbioma

Tu piel está viva ya que sobre ella habita una red de microorganismos buenos que la protegen de las agresiones externas. Si no la limpias correctamente, este ecosistema se desequilibra, apareciendo rojeces, sensibilidad o reacciones alérgicas. Desmaquillarte con suavidad es también una forma de proteger esa red invisible que te defiende.

6- Un momento solo para ti

Aunque desmaquillarte te parezca una tarea más y surja casi siempre cuando menos te apetece, puedes tomarte este pequeño ritual de autocuidado como tu momento de calma antes de dormir. No es solo limpiar tu rostro, sino reconectar contigo misma y hacerlo sin prisa. Diversos estudios señalan que, tener una rutina relajante, reduce el estrés y mejora la calidad del sueño.

La próxima vez que sientas que no puedes más y que tu cama te llama a acostarte sin desmaquillarte, recuerda que este pequeño gesto no es un castigo, sino un regalo para tu piel y tu bienestar.