Una buena rutina de cuidado capilar requiere lavar el pelo con la frecuencia adecuada, que puede variar de una persona a otra según las características de su cabello. Sin embargo, solo con eso no es suficiente. Además de elegir el champú que mejor responda a las necesidades del pelo, este se debe reforzar con otros productos como son el acondicionador o la mascarilla.

Es importante incluir ambas opciones en la rutina de cuidado del cabello, ya que cada una tiene propiedades diferentes; no son dos productos excluyentes sino complementarios y conjuntamente aportan muchos beneficios al pelo.

En cuanto a su función, la mascarilla es un tratamiento intensivo que penetra profundamente en la fibra capilar, proporcionándole un extra de hidratación. Así, su objetivo es nutrir, reparar y revitalizar el cabello dañado, seco o debilitado.

Por su parte, el acondicionador está diseñado para suavizar y desenredar el cabello, sellando la cutícula para evitar el encrespamiento y facilitar el peinado. Su función principal es proporcionar una hidratación superficial y acondicionar el cabello, dejándolo más suave al tacto.

Frecuencia de uso

Visto que su función es distinta, tampoco requieren la misma frecuencia de uso. Si el pelo es normal, ni seco ni graso, el acondicionador debe aplicarse de medios a puntas entre tres y cuatro veces por semana y, si es seco o castigado, siempre que se lave el pelo. En el caso de pelos grasos, solo debe usarse cuando el pelo esté especialmente enredado. No debe aplicarse en las raíces puesto que le dará al pelo un efecto pesado y a la raíz un aspecto grasiento, incluso con el pelo recién lavado.

En el caso de la mascarilla, al ser un producto más pesado, será suficiente con usarla una vez por semana. Su uso diario y prolongado puede alterar el PH del cuero cabelludo, volviendo el pelo más débil. Puede aplicarse de raíz a puntas si tu cabello necesita una nutrición intensa.

Una mujer se aplica el acondicionador de medios a puntas.

Tiempo de aplicación y textura

Su tiempo de aplicación también es diferente: la mascarilla debe dejarse en el pelo entre 10 y 30 minutos para que sus ingredientes activos penetren bien y actúen en profundidad; el acondicionador basta con dejarlo actuar entre 1 y 3 minutos y enjuagarlo inmediatamente después.

En cuanto a su textura, la mascarilla es más espesa y tiene una mayor concentración de ingredientes activos, como aceites, proteínas y vitaminas. El acondicionador, por su parte, es más ligero y su fórmula está pensada para actuar rápidamente en la superficie del cabello.

Cómo deben usarse

Ya sabemos que, aunque el acondicionador y la mascarilla son dos productos diferentes, son compatibles; pero, ¿pueden aplicarse a la vez? ¿en qué orden deben ponerse? Pues hay un orden que es el más correcto para obtener la máxima eficacia de los productos.

Los dos deben aplicarse después del champú; hay que lavar el pelo y dejarlo con toda la humedad para que el producto penetre correctamente en el cabello. No se recomienda utilizar ambos productos en el mismo lavado, pero en caso de coincidir siempre se aplicará la mascarilla antes que el acondicionador.

Una mujer se seca el cabello después de la ducha.

La razón es que la mascarilla inyecta toneladas de humedad y nutrientes en el cabello y el acondicionador lo retiene todo. Si usas el acondicionador primero, la película que deja podría inhibir la absorción de la mascarilla capilar.

El champú abre los folículos pilosos, de modo que si ponemos la mascarilla justo después del lavado, los ingredientes acondicionadores penetrarán mejor. Si tienes el cabello fino, debes espaciar el uso de mascarilla capilar, incluso a una vez cada dos semanas, o corres el riego de acabar con un pelo apelmazado o demasiado lacio.

Resultados

La mascarilla dará como resultado una reparación profunda del cabello, fortaleciendo y mejorando su salud general, también en los casos de cabellos muy dañados o tratados químicamente.

Por su parte, el acondicionador dejará de inmediato el pelo suave, manejable y muy brillante, pero no tiene ese efecto reparador profundo de la mascarilla. Si tienes el pelo seco y fino, mejor un acondicionador con base de gel que hidrate sin añadir demasiado peso. Los acondicionadores en crema van bien para el cabello seco y grueso. Si tienes el pelo dañado, busca uno para reparación o antiencrespamiento.

En resumen, el acondicionador es un producto de uso más frecuente para mantener el cabello suave y manejable, mientras que la mascarilla es un tratamiento intensivo que se usa de forma más ocasional para reparar y nutrir el cabello en profundidad.