El Unicaja prolongó su semifinal de la Liga Endesa ante el Real Madrid con una victoria (86-84) desde la línea de tiros libres y que arrastrará polémica. Un palmeo de Garuba igualó el partido a siete décimas del final, pero en la bandeja anterior Musa había dado un codazo a Perry que los árbitros juzgaron como falta antideportiva y eso dio a los malagueños dos tiros libres para sentenciar un partido que el Unicaja dominó siempre, salvo 23 segundos. La acción del bosnio admite poca discusión, sobre todo porque unos minutos antes Sima también sufrió un golpe de Tavares que le causó una herida en la ceja.

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Los locales salieron con una energía desbordante y eso les llevó a amasar una renta de casi veinte puntos en la primera mitad ante un Real Madrid con problemas para cuidar el balón. Una defensa en zona y los puntos en rebote de ataque permitieron a los blancos reducir distancias en el tercer cuarto e, incluso, apretar el marcador antes de una fase de alternativas y de buenas acciones individuales que derivó en ese final que generará debate hasta mañana cuando se dispute de nuevo en el Martín Carpena el cuarto partido.

Mientras tanto, el Valencia Basket espera ya rival para la tercera final de la Liga Endesa de su historia tras eliminar con un inapelable 3-0 al Tenerife de Txus Vidorreta, que esta temporada ha sido semifinalista de las tres competiciones que ha disputado. Los taronjas llegan con mucho ritmo decididos a hacer triunfar un estilo que les ha llevado a registros históricos.