Se las prometía el Real Madrid muy felices con su brutal exhibición anotadora en los primeros doce minutos de la final de la Euroliga (41-27), pero en el momento en el que el Panathinaikos impuso su fortaleza defensiva al duelo este se fue tiñendo sin prisa pero sin pausa de verde hasta elevar al conjunto griego al altar continental trece años después de su última conquista.

El conjunto de Ergin Ataman supo cortocircuitar el juego del gigante blanco hasta reducirlo prácticamente a cenizas en una segunda mitad en la que el juego ofensivo de los de Chus Mateo quedó limitado a una secesión de triples que no encontraron red, con hasta once fallos consecutivos, nueve de ellos en un fatídico tercer cuarto en el que la escuadra helena conquistó su primera ventaja (56-58) para no volver a mirar atrás gracias al imparable tridente formado por Kostas Sloukas, Kendrick Nunn y Mathias Lessort, autores de 24, 21 y 17 puntos respectivamente, con el primero de ellos siendo elegido MVP.

Arranque blanco arrollador

El arranque de encuentro de los blancos fue extraordinario a lomos de un entonadísimo Eli John Ndiaye y con Dzanan Musa como su principal compinche, pero las dos faltas tempraneras de Walter Tavares acabaron teniendo mucho peso porque le sacaron del partido. Los de Ataman no perdieron del todo el rebufo de su rival gracias a los puntos de Sloukas y Nunn y aunque el 41-27 a ocho minutos del descanso hizo que se encendieran sus alarmas un parcial de 2-12 con Lessort haciendo daño y su defensa empezando a adueñarse de la contienda les sacó del apuro, llegándose al descanso con un 54-49 tras un intercambio de triples por parte de los dos equipos.

El problema para los blancos fue que al regreso de vestuarios su juego ofensivo quedó borrado del mapa, sin posibilidades de hacer daño en las distancias cortas y un brutal desacierto desde el perímetro. Los verdes conquistaron su primera ventaja de la noche (56-58) en el minuto 24 de partido tras triple de Nunn y una técnica sobre Vincent Poirier, que sumaba así su cuarta personal, les permitió llegar en ventaja al acto final (61-64).

El momento Sloukas

En ese momento, quedaba mucho más combustible, equilibrio, acierto y ganas de exprimir sus fuerzas en el bando griego. Mateo tuvo que parar el partido a ocho minutos del final con el peligroso (65-71) y a pesar de que Sergio Llull, el héroe del título del año pasado ante el Olympiacos, hizo acto de presencia con dos triples seguidos Sloukas le contestó con la misma moneda (74-79) antes de que Nunn, activando su uno contra uno, y Mitoglou, también desde la línea de 6,75, se encargaran de transportar al Panathinaikos hasta el altar del baloncesto europeo por séptima vez en su historia.

FICHA TÉCNICA

REAL MADRID: Campazzo (12), Musa (15), Hezonja (8), Ndiaye (8), Tavares (4) -quinteto inicial- Causeur (2), Rudy Fdez. (0), Sergio Rodríguez (11), Poirier (8), Llull (6) y Yabusele (6).

PANATHINAIKOS: Grant (11), Nunn (21), Mitoglou (8), Papapetrou (4), Lessort (17) -quinteto inicial- Kalaitzakis (2), Vildoza (3), Sloukas (24), Antetokounmpo (0), Grigonis (0) y J. Hernangómez (5).

Parciales: 36-25, 54-49 (descanso), 61-64, 80-95.

Árbitros: Rocha (Portugal), Belosevic (Serbia) y Difallah (Francia). Eliminaron por cinco faltas a Campazzo y Poirier.

Incidencias: Final de la Euroliga disputada en el Uber Arena de Berlín ante 17.000 espectadores.