bilbao - El Dominion Bilbao Basket afronta hoy la última subida fuera de categoría de la segunda vuelta, la más exigente de todas porque visita al Real Madrid, el campeón que está en la pelea por defender sus seis del curso anterior títulos. Hasta ahora, a los hombres de negro se les han atragantado todos los partidos fuera de Bilbao en esta segunda mitad de la competición, algo que se esperaba ya que ninguno ha sido fácil. Pero esa tendencia tiene que cambiar más pronto que tarde porque la igualada persecución del play-off, con ocho partidos por delante, penalizará a quien pierda dos partidos seguidos.
Como recordó Sito Alonso, vencer en el feudo blanco “nunca es fácil”, ni siquiera ahora que el Real Madrid puede estar más pendiente del cruce ante el Fenerbahçe en la Euroliga que comenzará el martes que de mejorar su posición en la Liga Endesa. “Ellos tienen tiene tanta calidad que, incluso cuando tú has hecho una muy buena defensa pueden encontrar la manera de anotar”, apuntó el técnico del Bilbao Basket, a quien en términos generales, pero también de cara al partido de hoy, le preocupa “la intensidad defensiva” de sus jugadores de perímetro. En las cinco últimas derrotas fuera de casa, el Bilbao Basket ha recibido más de 80 puntos, un aspecto a mejorar porque los de Pablo Laso promedian más de 93 puntos por partido. Sus dos máximos anotadores en Liga, Sergio Rodríguez y Jaycee Carroll, suelen salir desde el banquillo, lo que habla de la profundidad de una plantilla de la que se han quedado fuera para hoy Trey Thompkins y Maurice Ndour, los dos jugadores con un rendimiento más discreto.
en fase de adaptación El Bilbao Basket no puede plantear un duelo a campo abierto, aunque quizás no le quede más remedio teniendo en cuenta que Ruoff es baja, Borg acaba de salir de una lesión y Bertans atraviesa un bache físico. Y los tres están entre los jugadores con mejores armas defensivas de la plantilla. El equipo vizcaino deberá confiar, por tanto, en el rendimiento de sus pívots, incluido Marko Todorovic, en pleno proceso de adaptación a unos esquemas “que tienen que intentar aprovechar al máximo sus cualidades, de cuatro o de cinco”, según Sito Alonso.
En todo caso, la cita de hoy depende más de lo que disponga el Real Madrid que de lo que proponga el Bilbao Basket. Para ganar a este tipo de partidos, hay que dar el máximo nivel desde el primer minuto y que el rival no lo consiga porque si no, el desequilibrio es evidente. Con Rudy Fernández ya recuperado, los madridistas añaden aún más dinamita a su juego lo que provoca que cualquier esfuerzo pueda ser, efectivamente, insuficiente para aspirar a la tercera victoria en la cancha del equipo más laureado. “Tenemos una estructura más importante a nivel defensivo en lo físico y podemos aprovecharlo”, consideró Sito Alonso, que no pierde la fe en los suyos y espera recuperar “la solidez fuera de casa”, que esos tramos largos “de muy buen baloncesto” se prolonguen hasta el bocinazo final.
En este sentido, la mejoría que se ha atisbado en Raúl López y Axel Hervelle puede suponer una garantía en caso de que el partido llegue a un final igualado. Para ambos será una cita especial: el base de Vic se despedirá de los aficionados del club en el que militó durante cinco temporadas y ganó una Liga y una ULEB Cup y el ala-pívot belga cumplirá su partido 400 ante el equipo que le trajo a la Liga Endesa y con el que debutó en la temporada 2004-05 y disputó 196 encuentros. Conociendo a ambos, su única misión será tratar de salir del Barclaycard Center con una victoria que dispararía las expectativas del Bilbao Basket a siete etapas del final de una larga carrera.