bilbao
unA temporada de sufrimiento fue suficiente para que en el Gran Canaria decidieran dar un vuelco a su proyecto en los despachos y en la cancha. El club amarillo empezó a ganarse fama por optimizar al máximo sus recursos de la mano de Berdi Pérez y cinco años después de salir en dirección al Unicaja, el director deportivo sevillano regresó a la isla para recomponer una plantilla a la que le habían faltado puntos. El Gran Canaria fue el curso pasado el peor ataque de la Liga ACB con apenas 66 puntos por partido y el equipo con peor porcentaje en triples y en tiros libres.
El primer cambio significativo es que, por primera vez en ocho temporadas, el Bilbao Basket no se encontrará con Sitapha Savané vestido enfrente de amarillo. Pero Berdi Pérez y el entrenador Pedro Martínez detectaron claramente otro problema más importante, de tal forma que decidieron solucionarlo por las bravas. Así que este verano ha llegado al CID un auténtico ejército de tiradores, varios jugadores que tienen en su muñeca la manera de ganarse la vida como profesionales. En el Gran Canaria de 2012-13 casi todos la pueden meter desde fuera, lo que complicará la vida a más de uno. Siguiendo la estela que en su día dejaron el breve Adam Harrington, Jim Moran, Carl English o Jaycee Carroll, desembarcaron en la isla dos genuinos representantes de esa estirpe: Ryan Toolson y Jon Scheyer. Estadounidenses, de raza blanca y con cara de buenos chicos, mormón uno y judío el otro, pueden formar una pareja letal o actuar por separado para disparar desde el perímetro. En ellos ha depositado el Gran Canaria sus esperanzas de volver al play-off que disputó durante ocho temporadas consecutivas.
Toolson es un apellido con arraigo en la ACB. El nuevo jugador del equipo canario es primo de Andy Toolson, exjugador del Andorra, el CAI, el Joventut, el Estudiantes y el Girona y, curiosamente, excompañero de Fotis Katsikaris en el AEK Atenas. Ryan Toolson es también sobrino de Danny Ainge, una de las estrellas de los Boston Celtics y actual responsable deportivo de la franquicia de Massachussets. Lo de meter puntos lo lleva en la sangre y lo ha demostrado en casi todos sus equipos, con la excepción de una mala experiencia en el Benetton Treviso.
A la Liga Endesa llega Ryan Toolson después de promediar la pasada temporada en el Aliaga Petkim de Turquía 17,3 puntos, 2,8 rebotes y 3,1 asistencias con un 42,5% en triples. En Las Palmas va a encontrar un ambiente propicio ya que, entre otras cosas, Spencer Nelson, el nuevo capitán de los pío, pío, es también mormón. Toolson, como Carroll, ejerció de misionero durante dos años en Guatemala y el idioma tampoco va a ser un obstáculo para él. "No me importa mis números, solo ganar", ha afirmado ante su nueva afición que espera, en cambio, esos números porque serán sinónimo de éxito.
un 'blue devil' Pero Ryan Toolson no estará solo en las trincheras. Otro de los tiradores especialistas reclutados por el Gran Canaria es Jon Scheyer, una de las leyendas recientes de la Universidad de Duke. Allí, en un equipo en el que también estaban Martynas Pocius y Kyle Singler y que se anotó el torneo de la NCAA en 2010, se ganó el apodo de el Jordan judío, tal era su capacidad anotadora y, sobre todo, determinante en los instantes decisivos de los partidos. En su último año como Blue Devil a las órdenes de Mike Krzyzewski, firmó 18,2 puntos, 4,9 asistencias y 3,6 rebotes. De ese año data una de sus grandes hazañas: en un partido fue capaz de anotar 21 puntos en 75 segundos para un total de 52.
Esa fama y su religión hicieron que el Maccabi Tel Aviv, el equipo de todos los judíos, se fijara en él. Pero el máximo exponente del baloncesto de Israel era un salto demasiado grande para un jugador al que quizás solo le penaliza su físico para codearse con los mejores en su posición. El Gran Canaria, aprovechando su pasaporte israelí, le da ahora la oportunidad de reivindicarse en la Liga Endesa. El conjunto amarillo -su única coincidencia con el Maccabi- acostumbra a ser estación de paso hacia destinos mejores para muchos de sus jugadores y Scheyer tiene muchas cosas que gustan en el Centro Insular.
El base-escolta judío ha hecho buenas migas con Javier Beirán, al que lo de la buena muñeca también le viene en los genes. El madrileño es otra amenaza desde el perímetro, como lo pueden ser el australiano Brad Newley, otro del os recién llegados a la isla, o Spencer Nelson, o el ahora lesionado Eulis Báez, o Uros Slokar. El día que todos ellos estén inspirados y con la puntería afinada, el Gran Canaria será un equipo peligrosísimo para cualquiera. Porque puntos son amores.