Los 2.500 aficionados que acompañan al PSG en su encuentro ante el Athletic ya están en San Mamés. Y sin que se registre incidencia alguna. El dispositivo de seguridad especial acordado con la Ertzaintza para la visita del conjunto francés está funcionando a la perfección hasta el momento. Y es que, a pesar de que se estima la presencia de unos 300 ultras del club parisino, hasta el pitido inicial no ha habido ningún percance ni suceso.

La afición del PSG acudió puntual a la quedada convocada en los aledaños del Guggenheim a las 18.15 horas. Porque si bien es cierto que hubo grupos aislados de franceses que decidieron apurar los tragos hasta el minuto antes del encuentro, la gran masa francesa desplazada a Bilbao optó por dirigirse a San Mamés en su particular kalejira.

Y se lo pasó en grande. El olor a pólvora, el sonido de los petardos y el color de las bengalas rojas constituyeron la atmósfera festiva perfecta para ir calentando el ambiente. En el buen sentido, claro. Así, acompañados por un fuerte cordón policial, compuesto por miembros de la Ertaintza y colaboradores franceses, los hinchas del PSG se desviaron hasta el Puente de Deusto para enfilar Abandoibarra hasta el Euskalduna.

Sin embargo, en medio del camino, justo en el hotel Meliá, donde se concentraron los de Luis Enrique, hicieron un alto en su marcha para dejar claro a qué equipo animaban. Entonces descorcharon más bengalas y gastaron toda su bolsa de petardos. Destacar el gran repertorio de cánticos que tiene la afición francesa, que además entonan acompañados de varios bombos que les otorgan un ritmo contagioso.

La parte más crítica de la kalejira de los aficionados visitantes siempre es la llegada a los alrededores de San Mamés. Está se realizó, como viene siendo costumbre, por una Sabino Arana cerrada al público general y solo habitada por dos infinitas hileras de ertzainas. Y después, encarar Felipe Serrate. Esta parte de la marcha también se desarrolló con absoluta normalidad.

Entrada gradual a la explanada

Una de las novedades del dispositivo de seguridad desarrollado para la visita del PSG fue el cierre de la puerta 20. Y en cuanto los aficionados franceses llegaron a La Catedral se supo por qué. Y es que, en esta ocasión, los seguidores visitantes accedieron a la explanadas por tandas. Es decir, mientras que el grueso de la masa esperaba su turno en Felipe Serrate, separados del mundo por altas vallas, un grupo reducido de seguidores pasaban el primer anillo de seguridad.

Allí eran sometidos a exhaustivos cacheos y a la primera validación de la entrada, para después, acceder definitivamente a San Mamés por una única puerta.