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Doble incógnita en el Camp Nou

Sin noticias claras aún sobre si Nico y Lamine Yamal, con sus respectivos problemas de pubis a rastras, se podrán enfrentar este sábado

Doble incógnita en el Camp NouEfe

La vuelta de la competición le reserva al Athletic uno de los compromisos más atractivos de cada temporada. Enfrentarse al Barcelona y hacerlo además en el Camp Nou, genera expectación a pesar de que se trate de un desplazamiento muy ingrato. La elocuencia de las estadísticas resulta abrumadora y, para qué negarlo, la previsión de cara a lo que vaya a acontecer este sábado tampoco invita al optimismo. Una manera más ligera de abordar el encuentro consistiría en dirigir la mirada hacia los jugadores llamados a marcar diferencias en cada bando.

Este enfoque conduce directamente a Nico Williams y Lamine Yamal porque al impacto que tengan en sus respectivos equipos se añade el vínculo que les une al margen de la competición, sobradamente recogido (y alentado por ellos mismos) en medios y redes. El reconocimiento futbolístico de ambos trasciende fronteras gracias a los éxitos cosechados con España, pero objetivamente Athletic y Barcelona poseen en sus filas más elementos de similar o superior jerarquía. Sin ir más lejos, durante la campaña anterior, que resultó magnífica para ambos clubes, gente como Sancet, Simón, Iñaki Williams, Berenguer o Jauregizar de una parte, y Raphinha, Pedri, Lewandowski, Iñigo Martínez o De Jong de la otra, fueron claves. Varios más importantes que ellos dos.

Y sucede que, mira por dónde, Nico y Lamine son víctimas de sendos casos de pubalgia en torno a cuyos orígenes faltan datos fiables. Lo único evidente, dado que son muy jóvenes aún, es que la principal causa de esta dolencia está conectada a la gran exigencia a que han sido sometidos desde edades tempranas. Exigencia que no remite por mucho que se hallen físicamente limitados para ejercer su profesión. Vemos cómo continúan inmersos en las dinámicas de sus equipos a sabiendas de que, mientras no bajen el pistón, su recuperación será imposible. Hombre, lo de seguir unas pautas de trabajo más flexibles que las de sus compañeros es algo que ya están haciendo, aunque no para superar la lesión, sino debido a que se ven forzados a parar porque el cuerpo les dice basta.

Se pierden partidos o no pueden disputarlos enteros, su régimen de entrenamientos difiere del que llevan las plantillas a las que pertenecen y en vísperas de los encuentros hay una incógnita revoloteando sobre sus cabezas. Ni Ernesto Valverde ni Hansi Flick saben de antemano cuál será su disponibilidad, aguardan hasta última hora para tomar una decisión al respecto. A escasos días de que Barça y Athletic se vean las caras, esta es de nuevo la situación. Y ello a pesar de que hayan eludido tomar parte en los dos compromisos que España ha despachado durante el parón que concluye este fin de semana.

Nico Williams no figuró en la lista anunciada por Luis de la Fuente el viernes 7. Dos días después sería titular contra el Oviedo, pero de víspera Valverde no quiso comunicar la relación de convocados. El extremo estuvo muy desafortunado, como en la mayoría de sus actuaciones recientes, pero marcó el único gol de la tarde en una acción personal de gran mérito. Sobre la hora de juego, dolorido, solicitó el relevo y no se sabe a ciencia cierta cómo se halla tras diez días alternando el descanso con sesiones específicas en Lezama. No obstante, bastante significativo fue que el seleccionador hispano no contase con sus servicios, consciente de que no está en condiciones de dar un nivel acorde a su categoría.

El tratamiento de Lamine

Lo de Yamal tiene más tela, pues él si fue llamado por De la Fuente, pero el día que debía incorporarse a la concentración el Barcelona excusó su asistencia alegando que se había sometido a un tratamiento especial, “de radiofrecuencia”, a fin de paliar el problema de pubis y tenía que permanecer en reposo tres días y no jugar en al menos diez. Comentar que la semana previa Yamal había disputado 180 minutos, ante el Celta en liga y el Brujas en Champions.

Como cabía esperar en Madrid se montó una gorda, que no es la primera pues, con ocasión del parón de septiembre, Flick ya puso el grito en el cielo porque su pupilo jugó una porrada de minutos en citas que España había resuelto por la vía rápida, en vez de ser sustituido para protegerle y no agravar sus molestias inguinales. En aquella ocasión, quien peor parado salió fue Nico Williams, que regresó a Lezama tan fastidiado que se perdió seis partidos consecutivos del Athletic.

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La cosa es que la prensa catalana suele aseverar que la pubalgia de Yamal coincide con el arranque de la presente campaña, algo difícil de creer, pues nadie sufre esta lesión habiendo estado de vacaciones. Al revés, el descanso es beneficioso, una de las fórmulas aconsejadas para la rehabilitación. En cuanto a Nico, el club no precisa en qué fechas empezó a padecer este problema. Lo más que se sabe es que a principios de mayo Valverde declaró que el chico estaba acusando el peso de la temporada y había jugado con molestias una serie de partidos, cuyo número no concretó, y que por tanto no acudiría al derbi de Anoeta. En adelante, Nico Williams faltó a cinco citas consecutivas, lo que no fue obstáculo para que acto seguido gozase de permiso para acudir a la Liga de Naciones con España.

Y a fecha de hoy, así está el asunto: ambos entre algodones, lejos de su estado ideal. Nico ha intervenido en nueve de los 16 partidos oficiales del Athletic, solo en seis de inicio y uno completo, para sumar 603 minutos. Por su parte, Yamal lleva 889 minutos con el Barcelona con 11 participaciones de 16 posibles. A ver qué pasa este sábado, si son alineados, si dan la talla y si encuentran tiempo para hacer risitas sobre el césped del renovado Camp Nou.