Ernesto Valverde respiró aliviado al término del primer partido de liga al firmar a costa del Sevilla una victoria que se le había resistido en ocho de sus nueve aperturas ligueras previas como entrenador del Athletic. “Es verdad que tenía ganas de ganar el primer partido de liga con el Athletic, porque hacía tiempo que no lo hacía”, reconoció en su rueda de prensa posterior al partido el técnico rojiblanco, quien agregó que el triunfo “es importante para ir colocándonos donde nos gusta estar. También porque veníamos de una pretemporada dura en la que no habíamos conseguido buenos resultados contra equipos fuertes. Teníamos la obligación de competir bien, lo cual solemos hacer”.
Al hincar el diente al desarrollo del encuentro, en el que el Athletic sufrió sobremanera para amarrar la victoria pese a adelantarse 2-0, Valverde manifestó que “ha sido un partido con bastante ritmo. No parecía el primero de la temporada por el tiempo en el que estamos. El primer tiempo hemos dominado de una manera clara, pero en el segundo tiempo después de poder resolver al principio, ellos se han metido en el partido con un golazo y se veía que no estábamos frescos. Nos quedábamos con demasiadas distancias por cubrir y han conseguido el empate con la calidad que tienen, pero al final hemos podido ganar y los jugadores han terminado fundidos”.
“La obligación hace mucho. Estábamos jugando en casa y después del empate teníamos que dar un paso adelante. Nos estaba faltando frescura y ellos tienen grandes jugadores que lo han hecho bien, pero no le hemos perdido la cara al partido y hemos podido hacer el tercer gol”, subrayó Valverde, que restó importancia a las numerosas ocasiones de gol del Sevilla y resaltó que “ganar en Primera División es muy complicado. Siempre hay que hacer un esfuerzo increíble y cuando ganas de seguido parece que lo haces por inercia, pero es porque lo buscas”. En cuanto a la exhibición de Nico Williams, el técnico destacó que “es un jugador decisivo. A lo largo de estos años he entrenado a otros jugadores decisivos que tienen que aparecer, él siente también esa obligación y lo quiere hacer. En cualquier jugada te puede fabricar una ocasión de gol y es de lo que se trata, de que el contrario se sienta amenazado”.
Almeyda, sabor amargo
El entrenador del Sevilla, Matías Almeyda, lamentó por su parte que “regalamos un tiempo por falta de confianza y por tener enfrente a un gran equipo como el Athletic”. “Los partidos se definen por pequeños detalles y así se definió. Me queda un sabor amargo”, reconoció asimismo el técnico argentino, quien manifestó respecto a Nico Williams que “uno a veces puede planificar y estudiar, pero cuando enfrentamos a esta clase de futbolistas no sabes por dónde pueden salir y son decisivos, por eso marcan las diferencias respecto al resto”.