Nunca es fácil despedir a una leyenda, pero es lo que tocaba este domingo en San Mamés en el último partido como profesional de Óscar de Marcos (Biasteri, 14-IV-1989). Lágrimas y sonrisas entremezcladas, sentimientos a flor de piel en el verde y en la grada. No era para menos. Futbolista con mayúsculas, ejemplo dentro y fuera de los terrenos de juego, el otrora preciado comodín rojiblanco y dueño del carril derecho hasta su último día de servicio es ya historia viva del Athletic. Dieciséis años después de su debut y con una Copa y dos Supercopas bajo el brazo, aunque sin poder cumplir el último sueño de ganar la Europa League en casa, De Marcos dijo adiós. Hasta siempre, más bien, pues el capitán, segundo jugador con más partidos en la historia del Athletic con 573 encuentros, es parte de un escudo que ha defendido con honor hasta el epílogo de una fantástica carrera a la que puso el punto final como titular ante el Barcelona en un entregado San Mamés, su templo.
La noche de este domingo 25 de mayo, que quedará grabada en la historia del Athletic, prometía emociones fuertes y estas llegaron antes, durante y después de que el balón echara a rodar. Había que despedir con honores al capitán y en eso se afanaron todos los presentes en 'La Catedral', donde los jugadores del Athletic saltaron al verde a la antigua usanza junto al equipo arbitral con el ‘18’ de De Marcos a la espalda para hacer acto seguido un pasillo al conjunto blaugrana por su título de liga, gesto de deportividad que devolvieron los culés para homenajear también a De Marcos, que lo recorrió junto a sus tres hijos.
“Alguien de la grada estará aquí el próximo año o el siguiente representándonos a todos; eso es el Athletic”, lanzó el capitán
La Tribuna Este Baja, en medio del gran mosaico que lució San Mamés, proyectó a su vez un emotivo tifo con la foto del debut del de Biasteri como león junto a otra instantánea captada en la celebración del título de Copa acompañado de un texto en euskera y en inglés que rezaba: “Mila esker De Marcos. Maite Zaitugu. Bueno en el fútbol, bueno en la vida”. Con el pitido inicial del colegiado González Fuertes, también de retirada, comenzó el último baile de De Marcos, ovacionado en distintas fases del choque y batallador hasta su sustitución en el minuto 87 en favor de Iñigo Lekue, recién renovado hasta 2026. Se cayó San Mamés. Corrieron lágrimas de emoción en las gradas con todo el público puesto en pie mientras en el verde todos los compañeros abrazaban al protagonista. Aplaudieron a su vez todos los futbolistas del Barcelona y se acercó el técnico culé Hansi Flick para felicitar también por su carrera a un emocionado De Marcos mientras en el exterior de San Mamés se proyectaba un “eskerrik asko De Marcos”.
Discurso de despedida
Al término del encuentro, el protagonismo volvió a ser para el capitán, quien entregó el brazalete a Iñaki Williams de cara al próximo ejercicio. Posó con una camiseta enmarcada el de Biasteri, quien cogió el micrófono para dirigirse a la afición. "Hace dieciséis años jugué mi primer partido en el viejo San Mamés y hoy juego el último en el nuevo San Mamés con nuevos compañeros, nuevas caras en la grada y nuevas generaciones. Solo quería dar las gracias a todas las personas que han estado en este camino, también a los que por desgracia ya no están, que también están presentes. El Athletic sigue, la temporada que viene estaré en la grada como uno más y estoy seguro de que alguien de los que están hoy en la grada, el próximo año o el siguiente estará aquí en el campo representándonos a todos, eso es el Athletic. Herritik sortu zinalako maite zaitu herriak, aúpa Athletic”. lanzó el capitán antes de ser manteado por sus compañeros, dar la vuelta al campo y acabar la noche con un último homenaje en la Herri Harmaila. Hasta siempre, De Marcos.