Ernesto Valverde afronta el cierre de LaLiga ante el Barcelona en San Mamés con los deberes hechos en todos los sentidos. Con la cuarta posición en la clasificación certificada la pasada semana gracias a la victoria firmada en Mestalla, el de Viandar de la Vera tenía pendiente resolver su futuro y lo hizo finalmente el viernes con el anuncio de su esperada renovación hasta el 30 de junio de 2026. Volvió a dar el sí Txingurri al club en el que figura como auténtica leyenda al haber dirigido más partidos desde el banquillo que ningún otro entrenador en la centenaria historia rojiblanca. Los 452 encuentros oficiales al frente de los leones alcanzará frente al Barça, a las puertas de su décima temporada como timonel rojiblanco con la Champions League como gran desafío, un técnico que es historia viva del Athletic.

“Quería esperar a que terminara y se concretara todo”, apuntó en la previa del choque frente al Barcelona Valverde al ser cuestionado por cómo se había fraguado su renovación, a lo que agregó que “las últimas semanas habían sido muy ajetreadas con tantos partidos y prácticamente no había tiempo para nada, aunque ya habíamos hablado antes y era comunicarlo y ya está. Fácil, vamos”. Respecto a si sellar el billete para la Champions había influido en su decisión, el técnico aseguró que “no, en absoluto. Era más la sensación de cómo terminas la temporada, cómo te encuentras, cómo ves al grupo y si crees que continuar va a ser bueno para todos. No estoy especulando con quedar un puesto más arriba o más abajo, porque eso en el fútbol a veces depende de una chispa, aunque en LaLiga al final cada uno está donde tiene que estar”.

“Cuando firmo un contrato siempre digo que lo que más me gustaría es cumplirlo, porque eso para un entrenador ya es mucho”, expuso asimismo Valverde, quien indicó que “de momento son nueve años como entrenador y la sintonía con el club está en que las cosas hasta ahora nos están yendo bien. Ya veremos lo que ocurre el año que viene, porque hay que empezar de nuevo, generar otra dinámica en función de los jugadores que tengamos y ver cómo podemos solventar los vaivenes de la competición”. Al reflexionar sobre su mayor éxito al frente del Athletic más allá de los resultados obtenidos, el preparador rojiblanco manifestó que “si un entrenador se mantiene en el puesto es porque consigue resultados, pero también es verdad que este club ha elegido competir e intentar conseguir resultados de una manera diferente, lo cual te da muchos beneficios, pero también te exige alguna renuncia. El resultado al final siempre es una consecuencia del trabajo que haces y lo que quieres es verte reflejado en él de tal manera que te puedas identificar”.

“Intentas transmitir al equipo que haciéndolo de una forma vamos a estar más contentos buscando un estilo que también tiene que gustar a nuestra gente y sirva para ganar”, ahondó Valverde, que de cara a la planificación deportiva del próximo curso y si ve necesario reforzar la plantilla señaló que “de lo que se trata siempre es de avanzar, intentar tener mejor equipo que el año anterior o que el que tengas sea el mejor que creas para afrontar las competiciones. Vamos a tener una muy potente como la Champions, muy difícil para el Athletic. Yo lo viví hace diez años, la conozco y es una competición dura, pero hay que afrontarla. Habrá variaciones de algún tipo, porque el resto de equipos también van a cambiar y habrá que buscar ese equilibrio que ayuda a solventar situaciones adversas durante la temporada, porque queremos mantener la regularidad que hemos tenido estos dos últimos años”.

DE MARCOS Y DIEZ MÁS”

También hincó el diente Valverde a lo que ha significado para él dirigir a Óscar de Marcos, quien afronta ante el Barcelona su último partido como profesional. “Es algo diferente por muchas cosas. Por cómo es él desde el punto de vista personal, por cómo ha sido en las dinámicas de los grupos al haber sido siempre importante en ese sentido y, además, por ser un ejemplo para todos por su comportamiento dentro y fuera del campo y lo que ha transmitido. Más allá de eso, se va a despedir con 36 años delante de un montón de gente porque es un jugador extraordinario con unas cualidades físicas y técnicas que ha ido mejorando con el tiempo para mantenerse a alto nivel durante todos estos años”.

“Admiro a De Marcos desde el punto de vista personal, pero también como profesional”, subrayó el técnico, que dio como “primicia” la titularidad del capitán en un cierre de curso en el que “van a ser De Marcos y diez más”. “Es nuestro último partido, jugamos en casa contra el campeón y es la despedida de De Marcos. Hay suficientes alicientes para motivarnos, no es un partido perdido por ahí, sino significativo y queremos ganar. Es difícil, porque tendremos enfrente al mejor rival de la competición, pero estamos en San Mamés y queremos tener una despedida acorde al año que hemos hecho”, resaltó Valverde, quien apuntó respecto a si Nico Williams, de vuelta a la convocatoria, va a continuar en el Athletic la próxima temporada que “creo que sí, suponemos que sí y queremos que sí. Estamos muy contentos con él, creo que él también con nosotros y esperamos que el año que viene sea un gran año para él aquí”.