La fiesta de fin de año en clave rojiblanca se ha celebrado en la matinal de este lunes 30 de diciembre en San Mamés, donde se han citado 27.522 aficionados para desafiar a una soleada, pero fría mañana previa al último día del año. A punto de dar la bienvenida al 2025, tocaba despedir como se merecía un 2024 para el recuerdo y no había mejor manera de hacerlo que en familia, al calor de un multitudinario entrenamiento con las puertas abiertas al público que ha hecho las delicias de los más pequeños. Han sido precisamente los más jóvenes del lugar, con permiso de sus aitas, amas e incluso aitites y amamas, quienes más han disfrutado de una sesión que ha servido para que jugadores y aficionados mezclen sonrisas por última vez en un año que quedará marcado de por vida en todos los corazones rojiblancos.
El título de Copa conquistado el 6 de abril en La Cartuja tras sobrevivir a una agónica tanda de penaltis finiquitada por Alex Berenguer, así como la tan ansiada celebración en la gabarra solo cinco días después con un millón de athleticzales frotándose los ojos a ambos márgenes de La Ría, unido todo ello a un cuarto puesto en la presente edición liguera y al coliderato en la Europa League, forman parte de un 2024 de ensueño al que se ha puesto el broche con un entrenamiento ‘madie in’ Athletic en 'La Catedral'. Las colas de entrada al campo, en medio de un goteo constante de seguidores deseosos de ocupar los asientos reservados en los días previos, auguraban una fiesta en las entrañas de San Mamés que no ha defraudado.
Con todas las puertas abiertas menos las correspondientes a Tribuna Este Alta y con considerables tiempos de espera para poder adquirir artículos de última hora en la tienda del club, no ha hecho falta ningún rival enfrente, ni siquiera tener los cinco sentidos puestos en el desarrollo de la sesión dirigida por Ernesto Valverde, el primero en asomar en el césped para llevarse los primeros aplausos de la mañana, para disfrutar de una sesión que ha comenzado a las 10.30 horas y ha finalizado a las 11.40 del mismo modo. Un aluvión de aplausos ha recibido y despedido no en vano a los leones, que han hecho acto de aparición en el terreno de juego comandados por el capitán Óscar de Marcos, cuyos pasos ha seguido el restó de la plantilla a excepción de los ausentes Oihan Sancet y Beñat Prados.
Recibidos como auténticos ídolos, los rojiblancos han agradecido el cariño y han devuelto los aplausos desde las primeras carreras continuas programadas para ir entrando en calor. Han venido después los tradicionales rondos de calentamiento que han precedido a los partidillos en dimensiones reducidas, lo cuales han servido para que los aficionados de todas las edades afinen las gargantas y calienten definitivamente las manos para romper a aplaudir.
GOLES, PANCARTAS y REGALOS
Se han celebrado, más que las paradas de Unai Simón, Julen Agirrezabala y Alex Padilla, los goles de Álvaro Djaló, Mikel Vesga o Gorka Guruzeta, el máximo goleador del Athletic en 2024 junto con Iñaki con 14 tantos cada uno. En las gradas, con el himno sonando recurrentemente por todas las zonas del campo, se han podido ver además distintas pancartas elaboradas por los niños y las niñas que han llenado de ilusión San Mamés. “Un abrazo de los Williams sería un sueño hecho realidad”, rezaba una de ellas para reflejar así la devoción por Iñaki y Nico, dos de los leones más aclamados en una mañana que ha finalizado con lanzamiento de regalos.
Ha sonado por megafonía el himno una vez concluida la sesión y se han repartido por todos los sectores del campo los jugadores de Ernesto Valverde para obsequiar a los presentes con artículos que han puesto el broche de oro a la última fiesta rojiblanca en 2024, un año para enmarcar de principio a fin.